Dueños de viviendas dañadas por rayos, inundaciones y aguaceros fuertes han cobrado en lo que va de este año al Instituto Nacional de Seguros (INS) ¢141 millones en aplicación de las pólizas de incendio que también dan cobertura a este tipo de desastres.
De acuerdo con datos que dio a conocer este jueves, el Instituto, el monto corresponde a 107 reclamos, de los cuales 69 reclamos se presentaron por emergencias presentadas en San José, Heredia y Puntarenas. Los otros 38 se distribuyen en las otras cuatro provincias.
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El 47% de las situaciones se relacionan con daños por lluvia y derrames (51); un 32% a problemas causados por rayos (35 casos), mientras que un 19% se debió a afectaciones por inundación (21).
Hechos de este tipo podrían continuar durante toda la estación lluviosa que se prolonga hasta noviembre. Solo el fin de semana del 1.° y 2 de julio, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) atendió un total 61 incidentes, principalmente en los cantones de Pococí, Turrialba y Barva, debido a inundaciones y anegamientos.
En todo el 2022, el INS recibió 841 reclamos por ¢1.500 millones. De esa cantidad de casos, 453 correspondieron a afectaciones por inundaciones, lluvia y rayos.
“Tener una vivienda, muebles, electrodomésticos y todas esas cosas que a veces aunque pequeñas nos cuestan mucho dinero, es usualmente el resultado del trabajo y el esfuerzo de muchos años, por eso es tan importante contar con seguro que respalde esa inversión y nos permita recuperarnos después un evento como lo es un incendio, un temblor, inundaciones o robos”, expresó Karla Huezo, subjefa de la Dirección de Seguros Generales del INS.
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Según la entidad, las pólizas de incendio incluyen otras coberturas, como en caso de temblor, robo o caída de objetos. La cantidad total de reclamos pagados por medio de estas pólizas de enero a mayo es de 289 y el monto total asciende a ¢1.206 millones.
Alerta
Actualmente, el país permanece en alerta verde o informativa declarada por la CNE en todo el país, con el fin de que los comités de emergencia e instituciones estén vigilantes de las condiciones del tiempo en su zona de acción y estén pendientes de los informes periódicos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
A la población en general, principalmente la que habita en zonas de riesgo se le pide mantenerse informada y acatar los mensajes que difundan las instancias oficiales.