La decisión de 101 anestesiólogos de no trabajar ayer obliga a 318 personas, que tenían una cirugía programada en 14 hospitales, a esperar más tiempo para ser operadas.
Esos profesionales exigen el pago de un plus del 5% por concepto de “peligrosidad”, calculado con la base del salario y las anualidades.
Además, demandan 15 días de vacaciones profilácticas y mejoras en los quirófanos.
Sin embargo, son los pacientes quienes enfrentan las consecuencias más graves debido a la medida de presión tomada por esos anestesiólogos y que proseguirá hoy.
Para la Caja laboran 198 de esos profesionales.
Zeirith Rojas, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), afirmó que no será tarea fácil reprogramar las intervenciones quirúrgicas.
“Los directores de los hospitales saben que en forma inmediata deben levantar la lista de pacientes y empezar a priorizar, pero no es tan fácil como sacarlo en una mañana o una tarde”, aseguró Rojas.
Por ejemplo, solo en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia no se realizaron 61 operaciones, mientras que en el México se aplazaron 57.
Entre tanto, Ricardo Díaz y Faz, presidente de la Asociación de Médicos Anestesiólogos, reconoció la afectación para los pacientes, pero culpó a la Caja por lo que ocurre.
“Por ocho meses hemos negociado y no nos dieron una solución”, afirmó Díaz y Faz.
El representante de esos profesionales hizo hincapié ayer en que están dispuestos a negociar la exigencia del pago del plus, que según la Caja significa unos ¢60.000 mensuales extras para cada uno de esos médicos, en promedio.
“Este punto podemos negociarlo sabiendo la situación (financiera) de la Caja”, aseguró Díaz y Faz.
No obstante, Zeirith Rojas fue enfático en que la Caja no pagará por los riesgos, sino que mejorará las condiciones de las salas de cirugía para reducir al máximo la posibilidad de un accidente.
“El modelo histórico es que cuando existía un riesgo el patrono no lo corregía sino que daba equis cantidad de dinero. El enfoque moderno no es que se mantenga el riesgo sino disminuirlo al máximo, siempre queda un riesgo residual que es cubierto por diferentes pólizas”, señaló Rojas.
El pasado 7 de noviembre, los anestesiólogos hicieron un primer paro que obligó a reprogramar cirugías en 11 hospitales.
Gilbert Alfaro, subgerente jurídico de la CCSS, anunció que presentarán un recurso de amparo ante la Sala Constitucional a favor de los asegurados, como un intento para que los anestesiólogos tengan que presentarse a trabajar.
Además, Alfaro dijo que evalúan acudir al Tribunal Contencioso Administrativo, con el afán de que dicte medidas cautelares a cada profesional en huelga, para que se reincorpore a su puesto.
“Esto es para que no sean los asegurados los que paguen las pretensiones personales. También pediremos al Ministerio de Salud órdenes sanitarias”, afirmó Alfaro.
Sobre acciones, Ricardo Díaz y Faz se abstuvo de pronunciarse a la espera de un criterio legal que pidieron a sus abogados.
Los anestesiólogos aseguran que están expuestos a contagiarse de enfermedades por la sangre o secreciones de los pacientes.
Además, hacen algunos reclamos como por ejemplo iluminación insuficiente en las salas de cirugía, o carencia de mejor equipo.
Zeirith Rojas asegura que les presentaron un plan de acción para corregir estas carencias.