Quemando el último cartucho, Carlos Arredondo, el llamado “héroe” de Boston, intentó ayer, en la mañana, una cita con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, antes de que este saliera del país.
Arredondo ingresó al hotel Real Intercontinental, en Escazú, donde estaba el mandatario.
El costarricense llegó al hotel a las 6 a. m. gracias a que la empresa turística que lo trajo al país le consiguió el acceso.
El objetivo era conversar con Obama, aunque fueran dos minutos, y hacerle una petición antes de que el mandatario partiera del país, al mediodía.
Al cabo de dos horas de infructuosa espera, Arredondo decidió retirarse del hotel y ver la caravana del mandatario pasar en el centro de San José, en avenida segunda.
“Aquí la seguridad es muy alta y eso es comprensible. No quería figurar, solo intentaba hablar con él”, explicó el tico al salir del hotel.
Arredondo añadió que desea que el presidente Obama le coloque el nombre de su hijo Alexander a un edificio federal en Boston. El joven murió en combate en el 2004, en la guerra de Irak.
“Ya él sabe (Obama) lo de la petición mía, pero solo le quería recordar y saludarlo”, detalló.
El costarricense que salvó varias vidas tras los atentados en la ciudad de Boston, el 15 de abril, confía en hablar con Obama en un par de meses, pues aseguró que las familias que han perdido miembros en la guerra, tendrán una reunión con el mandatario.
“En esa reunión hablaré con él y le recordaré. Es parte de un homenaje que se le quiere dar a los caídos en la guerra, y sería un honor que le pusiera el nombre de mi hijo al edificio”, expresó Arredondo.