El servicio de Emergencias del Hospital Nacional de Salud Mental, en Pavas, no da abasto. Desde mayo, la Defensoría de los Habitantes verificó los problemas de hacinamiento por lo que advirtió que vigilará la concreción de mejoras para la atención de pacientes en esa área.
De acuerdo con la Defensoría, el centro médico implementa un proyecto de construcción, con obras que terminarían en 2025. Según la entidad, las autoridades hospitalarias informaron de que la intención es ampliar el espacio disponible para urgencias, observación y admisión.
No obstante, la Defensoría le dio seis meses para elaborar el programa ambulatorio e interdisciplinario que el mismo hospital propuso, el cual le da prioridad a los menores de edad que llegan a Emergencias para que “puedan ser abordados mediante un modelo de intervención en crisis evitando su hospitalización y favoreciendo su referencia al nivel local de atención”.
A inicios de octubre, publicaciones de La Nación revelaron la crisis en la atención de emergencias en Salud Mental, que casi en su totalidad llegan a ese centro médico por ser el único que atiende esos casos 24 horas todos los días.
María Jesús Vargas Baldares, psiquiatra de Consulta Externa del Hospital Nacional de Salud Mental, afirmó que en el último año, la demanda se ha duplicado, especialmente con pacientes que llegan con pensamientos suicidas o han intentado quitarse la vida. El año pasado, el hospital de Pavas atendió 20.000 consultas en emergencias.
De hecho, dijo que se vieron obligados a abrir una unidad de observación exclusiva para adolescentes, con diez camas adicionales.
Todos revueltos
Según la Defensoría, en la inspección que realizó en mayo detectó que ni siquiera existía diferenciación en la atención entre personas adultas, menores de edad, privados de libertad y custodios penitenciarios, pero, además comprobó la colocación de sillas y camillas con pacientes en los pasillos.
“Durante ese mes, ingresaron seis denuncias a la Defensoría en las que se hacía referencia a que las personas menores de edad estuvieron varios días en sillas ubicadas en los pasillos del área de Observación, mientras se liberaba una cama de hospitalización”, informó.
La Dirección del Hospital le confirmó a la Defensoría que, efectivamente, recurrió a la colocación de sillas y que, en algunas situaciones, los menores de edad debían esperar en Observación donde hay solo 10 camas, pues se superó la capacidad del servicio.
Datos suministrados por el centro médico reflejan el aumento en la cantidad de atenciones en Emergencias. Así, mientras en el 2000 se recibieron 8.613 pacientes, para el año 2022 la cifra de atención llegó a 23.104.
“Al día de hoy se cuenta con 44 camas, para un crecimiento de la capacidad instalada de esta población de 183,3%”, señaló la Defensoría.
Según esa entidad, también estará pendiente del estudio de oferta y demanda que el hospital solicitó a la Dirección Servicios de Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pues los resultados de ese análisis permitirá planificar las acciones necesarias y “mejorar las deficiencias de atención que presenta el servicio de Emergencias de ese centro médico”.