El presidente de la República, Carlos Alvarado, lamentó este lunes que no haya existido suficiente apoyo para su propuesta de reducir las cargas sociales que deben pagar los patronos, mediante la búsqueda de recursos alternativos para financiar a las instituciones que se alimentan de estos aportes.
En una conferencia de prensa posterior al último informe de labores que presentó en la Asamblea Legislativa, Alvarado explicó que es necesario financiar las ayudas sociales de otra manera.
En específico, se refiere a los aportes que reciben el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Banco Popular (BP). Para estas entidades, los patronos deben pagar el equivalente al 7,5% de su planilla.
“No se puede eliminar la política social, porque se puede desfinanciar cosas como el Fodesaf, el IMAS y otros. Si se consigue otras fuentes de financiamiento, se puede reducir la carga social y se puede hacer más barato contratar personas. Eso nos haría más competitivos”, aseguró Alvarado.
Enfatizó en que se lanzó esa propuesta, pero “no tuvo mucha tracción” ni entre las fracciones legislativas ni en el sector privado.
El presidente aseguró que, incluso, eso lo han hecho otros países y les ha resultado. “Colombia, por ejemplo”, dijo.
Un estudio del Banco Central (BCCR) concluyó que eliminar las cargas sociales que van para esas instituciones subiría el empleo formal de un 56% a un 61,4%, lo que equivale a 120.000 personas más con seguro de salud y cotizando para una pensión. A su vez, se crearían unos 23.000 empleos nuevos.
Para cubrir el faltante en la recaudación, el Gobierno tendría que aportar ¢240.000 millones en transferencias, equivalentes al 0,63% de la producción.
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En el 2020, el Gobierno propuso financiar la rebaja en las cargas sociales mediante un impuesto a las transacciones bancarias, propuesta que no prosperó.
Además, el mandatario aseguró que, más que los números de desempleo, en su informe se refirió a educación, porque considera que este es “más severo en las personas de baja formación”.
“En nuestro país, ahí es donde la gente sufre más el desempleo: personas jóvenes, mujeres y de escolaridad media y baja”, indicó.
Durante su conferencia, Alvarado adujo que los casos de corrupción Cochinilla, Diamante y otros no fueron parte fundamental del informe, porque “son casos judicializados” a los que, asegura, ya se ha referido en muchas oportunidades.
“Son temas que tendrán que ver las autoridades judiciales en qué terminan. En días pasados, varias de las denuncias contra miembros del Poder Ejecutivo fueron desestimadas. Como les he dicho, muchas son un expediente con un recorte de periódico y ya cuenta como denuncia”, manifestó.
Elección de personas, no partidos
El discurso de Alvarado se dio con total ausencia del partido que lo llevó al Ejecutivo, el Partido Acción Ciudadana (PAC). Consultado por la prensa sobre el hecho de que la ciudadanía haya decidido no darle ni una curul a esa agrupación, Alvarado respondió que los costarricenses se fijan, cada vez más, en las personas que lideran un partido y no en la organización.
“Eso queda manifiesto en la misma elección del presidente, que viene de una agrupación nueva, y la gente votó más por esa opción que por una propuesta partidaria.
“Esa es mi lectura. Con humildad hay que aceptar eso y se abren muchísimas oportunidades a futuro, eventualmente, para hacer muchas cosas. Se acepta y se trabaja”, concluyó.
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Carlos Alvarado, presidente de la República, en el plenario legislativo Foto: John Durán (JOHN DURAN)