La fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) acordó, este domingo, excluir el diésel del proyecto de ley que aprovecharía la caída en el precio internacional del petróleo para financiar subsidios a los trabajadores golpeados por la pandemia del coronavirus.
Tal decisión implica reducir en más de un 50% los recursos que generaría la iniciativa, en comparación con la versión original.
En un principio, el plan generaría unos ¢20.000 millones mensuales, dinero que alcanza para atender más de 53.000 familias durante tres meses.
Sin embargo, el viernes pasado, la mayoría de bancadas acordó reducir el monto a ¢15.000 millones cuando optó por mantener los precios de los combustibles vigentes desde el 27 de marzo, en vez de los del 4 de ese mes, como se había aprobado en primer debate el 13 de abril.
Ahora, en una reunión virtual, la bancada liberacionista decidió apoyar la posición de la Unidad Social Cristiana (PUSC) de excluir el diésel, lo que reduce el presupuesto a poco menos de ¢9.500 millones.
Esta cifra solo permitirá atender unas 25.000 familias golpeadas por desempleo o suspensiones de contratos laborales.
El proyecto consiste en mantener fijos los precios de los combustibles para dirigir, a los subsidios, la diferencia entre esos precios y los que tendrían que regir con la caída en los precios internacionales del crudo.
El presidente de la Asamblea Legislativa, el liberacionista Carlos Ricardo Benavides, adujo que la decisión del PLN fue apoyar a los sectores productivos, entre ellos el sector agropecuario y el del transporte público.
“Para que puedan aprovechar la reducción del precio que vendrá en las próximas semanas o meses, como efecto de la baja del precio internacional”, dijo Benavides.
Paola Valladares también defendió la decisión que tomó Liberación Nacional, bajo el argumento de que el sector agropecuario tiene ¢13.400 millones en pérdidas. “Muchos representamos cantones meramente agropecuarios y no hay ningún proyecto para el alivio de ese sector”, dijo.
La diputada aseguró que fue una decisión unánime, como una forma de apoyar al sector.
Añadió que la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) coordinó la semana pasada con asociaciones de desarrollo integral para regalar producto y que no se pierda.
Hasta ahora, la única que defendía la idea de sacar al diésel del proyecto era la jefa de la Unidad Social Cristiana (PUSC), María Inés Solís.
La coordinadora de la mesa de combustibles, la también liberacionista Franggi Nicolás, había dicho dos días antes que no se podía hacer diferenciaciones con el diésel y había destacado que, precisamente, ese es el combustible que usan muchos vehículos de lujo.
“El proyecto carecería de relevancia si quitamos lo que podría generar el diésel. Si el consumo está bajo, ¿de qué sirve tener el diésel por los suelos, si nadie compra?”, había dicho la liberacionista.
El proyecto para financiar los subsidios de las familias sin ingresos se había aprobado en primer debate el lunes pasado, pero por un error se tuvo que devolver el trámite al primer debate, lo que aprovecharon los diputados para hacer más cambios y debilitar la iniciativa.
El expediente entrará en la agenda del plenario de este lunes, por la mañana.