El Gobierno reunió una alianza poco común que le permitió pasar el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional del 2016 prácticamente intacto por la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa.
Ahora, el plan se traslada al plenario, donde los 57 diputados podrán realizar enmiendas si lo consideran necesario.
Este martes, la unión de tres diputados del Partido Liberación Nacional (PLN), dos de Acción Ciudadana (PAC), dos del Frente Amplio (FA), uno de la Unidad Social Cristiana (PUSC) y uno de Renovación Costarricense derivó en que el Presupuesto quedara casi tal como ingresó el 1.º de setiembre.
Aunque inicialmente se aprobaron recortes presupuestarios por ¢21.000 millones, al final los incrementos que hicieron los legisladores en otras partidas dejaron todo igual.
Así lo reconoció Henry Mora, del PAC, quien explicó que reducir ¢10.000 millones al Ministerio de Obras Públicas y Transportes por un edificio frenado por la Contraloría, les dejó un “colchón” para repartir los fondos entre ministerios, al parecer más urgidos de recursos.
Ya el trámite anterior, en la subcomisión que estudió el Presupuesto, se había anunciado lo que pasó este martes, pues ahí se unieron Mora, Jorge Rodríguez (PUSC), José Ramírez (FA) y Abelino Esquivel (Renovación) para evitar que otros legisladores impusieran cambios en el plan del Poder Ejecutivo.
En ese entonces, el Gobierno habría permitido destinar partidas presupuestarias a Paraíso y Matina, cantones de Rodríguez y Esquivel, pero el PAC y el FA al final retiraron su criterio.
Promesas. El apoyo del PLN se basó en la promesa del Ministerio de Hacienda de que en el 2016 reducirá el Presupuesto por ¢40.000 millones durante su ejecución.“Lo que refleja el día de hoy es que pudimos llegar a acuerdos y a consensos”, resaltó la diputada verdiblanca Paulina Ramírez.
La presidenta de Hacendarios, Rosibel Ramos (PUSC), mostró su desagrado por la alianza que hizo el Gobierno y dijo que votó el plan en contra pues no se aprobaron normas de ejecución presupuestaria que obliguen a una mejor eficiencia en el gasto público.
El 1.° de noviembre se iniciará el debate en el plenario, el cual debe aprobarlo en segundo debate a más tardar el 29 de noviembre.
La iniciativa implica un alza de más de ¢210.000 millones con respecto al plan de gastos vigente para este año, al pasar de casi ¢7,8 billones a más de ¢8 billones.
Este proyecto conlleva un incremento de un 2,8%, que es adicional al polémico 19% que el Gobierno propició, entre 2014 y 2015, y que defendió con el argumento de que sería temporal.