
El Gobierno destituyó ayer al embajador en Caracas, Federico Picado Gómez, por emitir opiniones personales sobre la política interna de Venezuela, que afectaron la posición costarricense sobre el caso de ese país.
Manuel González, canciller de la República, fue quien anunció a las 4:30 p. m., la decisión que tomó junto al presidente, Luis Guillermo Solís.
González adujo que Picado fue cesado en su cargo –a solo dos meses de haberlo asumido– porque incumplió el artículo 11, inciso 21, del Reglamento al Estatuto del Servicio Exterior.
La norma prohíbe a diplomáticos “emitir juicios en calidad personal, a través de medios de comunicación sobre temas relacionados con su trabajo, o sobre política internacional o asuntos internos del Estado receptor, que puedan comprometer a su país, sin la autorización expresa del superior jerárquico”.
El ministro enfatizó que las opiniones personales que el diplomático emitió en una entrevista publicada el domingo en La Nación , “afectan” y “crean confusión” sobre la postura de Costa Rica en torno a la situación interna de Venezuela.
“Manifestarse sobre asuntos de política exterior, sin la debida coordinación con la Cancillería, puede exponer al país a situaciones incómodas, y por esa razón y en virtud de ese incumplimiento fue que tomamos esa decisión”, expresó el canciller.
Picado había declarado que en Venezuela la prensa tiene “libre tránsito” para el quehacer periodístico y que encontró un país diferente al que exponen algunos medios en el extranjero.
También, aseguró que los desabastecimientos de bienes se deben, en parte, a acciones del “gran comercio” con la intención de desestabilizar el gobierno de Nicolás Maduro.
El embajador saliente apoyó además la autorización que obtuvo Maduro para crear leyes por decreto durante nueve meses, después de que el presidente Barack Obama calificó la situación en Venezuela como una “amenaza” a la seguridad y la política exterior de EE. UU.
La destitución de Picado entraría en vigencia el próximo 1.° de abril, pues debe ser ratificada por el Consejo de Gobierno.
Diferente a otros gobiernos. El canciller es del criterio de que la destitución es una señal de que el Gobierno actúa diferente: “En cualquier otra administración, este tipo de cosas se hubiesen pasado por alto, se hubiese dado una palmadita en la mano”.
Alegó, además, que la decisión se basó en la legislación del servicio exterior y no en las posturas personales de Picado o en lo que podrían pensar otros países.
“A mí no me interesa quedar bien ni mal con Venezuela, EE. UU. o con ningún otro país. Nuestra política no está ligada a la complacencia o los guiños afectivos a ningún país.
Nueva baja. En los 10 meses de este Gobierno, Picado es el tercer embajador separado de sus funciones. A finales de enero, la Cancillería destituyó a sus pares en Bolivia y Corea del Sur, Patricia Gómez y Roberto Zamora, por opinar en Facebook contra la procuradora general, Ana Lorena Brenes.