Berlín. Alemania. Todo parecía estar ayer bajo control en esta ciudad con respecto a la visita de la presidenta, Laura Chinchilla. Pero no fue así.
En el inicio de la jornada, en la Fundación Friedrich Ebert, donde todo estaba “bajo control”, un tico llegó, preguntó e incomodó a la mandataria.
Se llama Andrés Figueroa y es un conocido movedor de redes sociales.
De pronto, le dieron la palabra y cuestionó el discurso de la presidenta.
“¿Puede llamarse verde a una democracia que hace caso omiso de los pueblos indígenas para regular por ley sus derechos culturales y autonomía? ¿Es próspero el Gobierno que repite como mantra a las minorías homosexuales: ‘Ustedes no son prioridad de nada’?
”¿Es innovadora la sociedad que niega a las parejas infértiles el derecho a conformar una familia a través de la fecundación in vitro? Porque, si en algo se ha caracterizado la administración Chinchilla Miranda, es en construir un país verde, próspero e innovador, siempre y cuando usted sea blanco, heterosexual y católico”, sentenció Figueroa y despertó el silencio.
Chinchilla pareció no inmutarse e intentó responder. Figueroa llegó desde España y evidenció que “no hay peor cuña que la del mismo palo”.