Los diputados aprobaron, este miércoles, dispensar de todos los trámites el proyecto de ley para flexibilizar la jornada de trabajo ante la pandemia del coronavirus covid-19, minutos después de que la ministra de Trabajo, Geannina Dinarte, presentara la iniciativa en el Congreso.

La moción para despejarle el camino al proyecto, que entró bajo el expediente legislativo 21.854, tuvo el apoyo unánime de 42 congresistas, luego de intensas negociaciones, virtuales y presenciales, entre los congresistas y la jerarca.

Ya desde el martes por la noche, los diferentes legisladores tuvieron en sus manos el borrador de la iniciativa, lo que abrió espacio para discusiones y observaciones antes de que el texto fuese presentado a las 3:30 p. m. de este miércoles.

La dispensa de todos los trámites establece que un proyecto no pase por estudio de una comisión dictaminadora, ni vaya a consultas obligatorias a instituciones, sino que se tramite directamente el plenario de la Asamblea Legislativa.

En el salón del pleno, se le pueden presentar mociones de fondo, incluso de texto sustitutivo y aprobarse en dos debates. El único trámite que no se puede saltar la iniciativa legal es el de publicación en el diario oficial, La Gaceta.

Difícil situación

El presidente de la Asamblea Legislativa, Carlos Ricardo Benavides, aseguró que hay un buen ambiente entre las bancadas legislativas para la iniciativa.

“Actualmente, las únicas dos opciones que tienen los patronos ante la falta de clientes o de otros sectores o la falta de materia prima, los que se han visto obligados a reducir labores, son el despido o la suspensión del contrato de trabajo”, explicó el jerarca parlamentario.

El Ministerio de Trabajo informó de que 43 empresas ya solicitaron autorización para suspender unos 400 puestos de trabajo. Esa figura implica que el empleado no tiene la obligación de laborar, pero tampoco recibe salario, con la expectativa de reanudar labores después de la crisis.

El plan de flexibilización laboral pretende abrir una tercera opción: permitir reducir la jornada laboral hasta en un 50% si los ingresos de una empresa se reducen en un 20% por la emergencia, o disminuir hasta en un 75% la horas de trabajo si la caída es de un 65%.

La reducción de la jornada implica una disminución del salario, pero se evita el cese completo que ofrecen las otras dos opciones.

Benavides dijo que este miércoles, incluso después de haber levantado la sesión del plenario, seguirían trabajando los diputados junto con la ministra de Trabajo y sus asesores para seguir afinando los detalles del plan.

La idea es que, este jueves, las fracciones legislativas tengan suficientes insumos para votar la iniciativa en primer debate, según el presidente del Congreso ese mismo día, o el viernes. El liberacionista añadió que su bancada no ha definido mociones.

No obstante, añadió que en el plenario hay una voluntad de sacar los proyectos de ley urgentes rápido. “En el caso de los trabajadores del sector privado hay que hacer algo, para que no se pierdan tantísimos empleos”, manifestó.

Laura Guido, del Partido Acción Ciudadana (PAC), aseguró que hay un espíritu de acuerdo en la generalidad del proyecto y que las negociaciones se han dedicado a afinar la propuesta, en medio de “sesiones de diálogo intenso”.

Aunque se dieron bastante conversaciones entre bancadas de previo a la presentación del proyecto, igual los congresistas tendrán el chance, una vez que se empiece la tramitación del expediente, de presentar mociones de fondo para hacer los cambios que consideren necesarios.

El independiente Jonathan Prendas explicó que, ante la imposibilidad de seguir el trámite normal de los proyectos de ley, que incluye consultas, audiencias, revisiones técnicas, lo que hacen los diputados es tratar de ponerse de acuerdo, en tiempo real, sobre la mejor o más consensuada redacción y negociar esos cambios con el Ejecutivo.

“Hay un grado de conciencia de que es el Gobierno el que va a aplicar la iniciativa y si presentan una propuesta, en estado de emergencia, necesitamos tener la apertura, darles el beneficio de la duda y, a partir de ahí, se consensúan las redacciones finales”, apuntó.

Prendas destacó que el acuerdo para un proyecto nuevo, como el de moratoria en el pago de impuestos, se consolidó en 10 horas y eso no es para nada usual en el Congreso. “Es un trabajo muy arduo, se esperan jornadas similares en los proyectos que vienen”, dijo.