Aparte de haber ocultado que tuvo una relación de noviazgo con Damaris Vargas Vásquez, candidata a magistrada propietaria de Sala I, el diputado socialcristiano Rodolfo Peña también participó en el expediente donde ella aparece como candidata a suplente para ese mismo tribunal.
El jueves anterior, durante una sesión extraordinaria de la Comisión de Nombramientos, el legislador de la Unidad Social Cristiana (PUSC) intervino muy activamente, debatió sobre las mociones que se aprobaron y votó a favor de la moción de procedimiento para la elección de cinco suplentes de la máxima instancia para casos agrarios, civiles, notariales y contencioso-administrativos.
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Para ese proceso de selección, la Corte Suprema de Justicia envió, en abril del 2018, una nómina con cinco nombres, que fue devuelta porque la ley le exige entregar diez postulantes al Congreso si se deben nombrar cinco suplencias.
En marzo de este año, la Corte completó las postulaciones, cuando envió una nueva nota con cinco nombres más, para que los diputados consideren escoger, dentro de un total de 10 jueces, a los cinco suplentes.
Damaris Vargas Vásquez forma parte de los primeros cinco nombres que propuso la Corte y se mantiene ahí como postulante al cargo, tal como consta en el oficio SP-59-19 de la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia, del 19 de marzo.
Un documento publicado por el Semanario Universidad revela que Vargas y Peña Flores sostuvieron una relación de noviazgo durante varios años, en los 90.
Al menos así lo dejó ver la jueza agraria en dos ocasiones, una en el 94 y otra en el 95, en documentos donde solicitó inhibirse de juicios en los que Rodolfo Peña aparecía como una de las partes.
En 1994, siendo jueza agraria de Liberia, ella presentó una solicitud de inhibitoria para no conocer un caso en contra de Rodolfo Peña. La petición fue aceptada.
En el documento, ella alegó que mantenía una amistad íntima con el demandado Peña Flores, “amistad que aunque no llega al extremo de convivencia, según su criterio, sí puede ser calificada consuetudinariamente como relación de noviazgo de conocimiento público”.
Adicionalmente, según había publicado La Nación, en el 2014 la jueza Vargas también se inhibió de participar en un juicio entre dos hermanos de Peña, por tener una relación de estrecha amistad con ellos.
Cuando se le consultó al respecto la semana pasada, el diputado dijo que suponía que era una conocida de ellos.
El PUSC, por su parte, guarda silencio sobre estos hechos.
El proceso del que se inhibió la jueza Vargas en el 2014, referido a los hermanos de Peña, tiene que ver con una sociedad llamada El Trompo Guanacasteco S. A., en la que aparece como representante Sandra Patricia Peña Flores.
En su perfil en la página web de la Asamblea Legislativa, el legislador socialcristiano refiere como parte de su experiencia laboral la de haber sido presidente de esa misma empresa.
A pesar de esa cercanía, Peña nunca informó a los miembros de la Comisión de Nombramientos sobre la situación, y permitió que su asesora revisara y asignara calificación a los atestados de Damaris Vargas en el concurso para la propiedad de Sala I, además de qué él mismo ha tomado decisiones sobre el proceso de suplencia.
Se intentó hablar con el diputado al respecto, pero no contestó llamadas.