La mitad de las cooperativas habilitadas para votar en las elecciones de dirigentes de este sector, viernes y sábado de esta semana, son organizaciones sin empleados reportados ante la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Además, cerca de un 15% corresponde a grupos colegiales y otro 10% a grupos recién creados, con alrededor de un año de existencia.
Estas condiciones no las excluye del proceso, tanto así que el voto de una de estas cooperativas tiene el mismo peso que el de una con centanares, miles o decenas de miles de asociados, como Cooprole (Dos Pinos), Coopenae, Coopeservidores, Coopelesca o Coopeguanacaste.
Cada dos años, el sector celebra elecciones para escoger a su dirigencia, la cual a su vez definirá, por ejemplo, el control del polémico Instituto de Fomento Cooperativo (Infocoop), entidad pública que maneja una cartera de más de ¢135.000 millones, proveniente de los bancos estatales, para financiar cooperativas.
El proceso de este año cobró especial relevancia luego de que el Gobierno decidiera intervenir el Infocoop, alegando supuestos malos manejos, lo que le permitió colocar una junta directiva a dedo.
En las elecciones, los sectores de autogestión, agrícola industrial, "demás sectores" y federaciones elegirán a los 30 integrantes de la Asamblea Plenaria del Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop). Ellos desinarán a los representantes del sector en el Infocoop, en el Banco Popular, en la CCSS y en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), entre otras.
Para esta convocatoria están inscritas 320 cooperativas. El número se duplicó tras la intervención del Gobierno al Infocoop. Los comicios estaban previstos para mayo, con 175 grupos, pero el Ejecutivo alegó que ese padrón fue elaborado por un grupo cuestionado por el Ministerio Público, y emitió una directriz para flexibilizar los requisitos de participación. Las eximió, por ejemplo, de tener estados financieros al día y libros de actas legalizados, condiciones tendientes a demostrar que la cooperativa está activa.
Fue así como, después de esto, entraron a participar otras 145.
Este medio logró revisar el padrón anterior y el nuevo, así como cotejar el año de inscripción en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la condición de patrono en la CCSS y el tipo de cooperativa en 262 casos. En el resto de casos, no aparecieron el nombre o el número de cédula en el MTSS.
De este grupo, el 49% no tiene empleados; un 43% sí corresponde a organizaciones activas ante la CCSS y un 8% tienen empleados, pero están morosos e incluso en cobro administrativo en la Caja.
El porcentaje de cooperativas sin planilla no varió significativamente entre uno y otro padrón.
En cuanto a las cooperativas de menores de edad, las estudiantiles, el número sí creció luego de la intervención del Gobierno. En el primer padrón, equivalían a un 12%. En el grupo que entró después, significaban el 16%. Al final, representan un 14%. Estas se duplicaron al pasar de 18 a 37.
Sobre las de reciente creación sucedió lo contrario: había más en el primer grupo, con un 14%. En el segundo, un 10% tenía menos de un año de existencia. El promedio final fue de un 12%. En números, la cifra pasó de 21 a 33.
Entre las más recientes destacan Coopenaturales, Coopeproductores y Coopebices, todas creadas el 7 de diciembre del 2016. Estas tampoco tienen empleados.
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El Gobierno preveía que si el Infocoop ampliaba el padrón se garantizaba más participación de cooperativas, aunque suponía que eso no detendría la inclusión de cooperativas sospechosas de ser 'coopevotos', es decir organizaciones creadas solo para participar en el proceso y que no tienen ninguna actividad. Así lo reconocieron en una entrevista con La Nación hace unas semanas, Luis Emilio Cuenca, interventor de Infocoop y el director del Instituto, Gustavo Fernández.
Luis Corella, director de Conacoop, reconoció que estas situaciones son inevitables y alegó que no son ilegales. Aseguró que la supervisión de las cooperativas está en el Infocoop.
Además, precisó que el requisito de participación es estar al día con la CCSS, pero no necesariamente estar inscrita.
Duelo de poder
En una revisión de las credenciales otorgadas por Conacoop para participar de estas asambleas, se evidencian grupos de poder que gestionan los votos de cooperativas pequeñas, estudiantiles o con poca actividad.
Quince personas relacionadas con el movimiento, así como secretarias y funcionarios de federaciones de cooperativas, inscribieron al menos 190 de las 320 cooperativas que votarán en estas elecciones. La mayoría de los facilitadores serán delegados de esas cooperativas; por lo tanto, además de ser quiénes van a votar, también pueden aspirar a ser parte de la Asamblea Plenaria.
Para votar, las cooperativas deben tener una credencial que se obtiene luego de cumplir con requisitos como estar al día con las cargas sociales, personería jurídica del Ministerio de Trabajo o certificada por un abogado, y nombrar a una persona que los representa el día de las elecciones.
Dicha credencial puede ser retirada por cualquier persona, siempre y cuando el documento sea devuelto con la firma de los representantes de la cooperativa. Esa libertad atrae a los dirigentes interesados en ser delegados a gestionar en nombre de cualquier cooperativa el documento.
Corella aseguró que se trata de un comportamiento normal en estos procesos; pues grupos que buscan alcanzar un puesto en la Asamblea Plenaria. Añadió que las federaciones y uniones organizan a sus afiliados, sobre todo de sectores lejanos, para garantizar la participación.
Oscar Campos, dirigente de Coocafé que actualmente es directivo de Conacoop, reconoció que una asistente de su cooperativa gestionó varias credenciales. Esta funcionaria retiró la acreditación de al menos 13 cooperativas.
Campos, quien se ha echado un pulso con el Infocoop y el gobierno en las últimas semanas, participará como delegado, por lo que puede votar y volver a ser elegido como directivo de Conacoop.
La Federación Nacional de Cooperativas Agropecuarias y de Autogestión (Fecoopa), cuyo gerente está en la mira del Ministerio Público, también inscribió otro grupo de cooperativas.
Ana Yancy Torres, quien dice ser una funcionaria de la Federación, reconoció a La Nación haber entregado varias credenciales de cooperativas que pertenecen a la agrupación, aunque también de otras ajenas. Torres fue nombrada delegada en Coopepurisil.
Por otro lado, el dirigente limonense, Mario Robinson Davy entregó los requisitos de al menos 30 cooperativas. La mayoría de estas organizaciones no tiene empleados y fueron creadas entre 2016 y 2017, además que figuran entre sus integrantes personas con apellido Gómez Devy, los cuales también son delegados en algunas de esas cooperativas.
Robinson es directivo de Conacoop, gerente de Fecoopa y de Uncaribe, además de ser vocal de la Asociación Onward Costa Rica.
Fecoopa, Onward Costa Rica, Coocafé y otras organizaciones fueron allanadas recientemente por el Ministerio Público, tras el inicio de una investigación que acusa a una "red criminal" de infiltrarse en puestos claves del Conacoop e Infocoop para manejar a su antojo el millonario fondo que tiene la entidad para dar préstamos a cooperativas.
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Con la ampliación del padrón, ingresaron otros dirigentes cooperativos que no estaban para las elecciones de mayo, pero con trayectoria en el movimiento. Entre ellos Orlando García, actual gerente de Coopecasa y directivo de Conacoop; Edwin Mora, exrepresentante de la Juventud en Conacoop y José Rojas, gerente de la Unión de cooperativas de la Zona Norte (Urcozon) y también directivo de Conacoop.
García reconoció que ayudó a participar a varias cooperativas. Se trata de unas 63, según constató este medio, aunque el dirigente no las retiró todas, sino que también utilizó otros dirigentes como Mora, Freddy Zúñiga y Elieth Villegas para retirar credenciales.
Mora, de 30 años, quien salió del Conacoop tras la llegada del dirigente Freddy González, investigado por la Fiscalía, aparece como vicepresidente de Coopequetzal y también es delegado de Coopecacao del Norte-Norte, aunque negó su participación ante la consulta de este medio. La Nación tiene el documento que respalda la designación de Mora.
El grupo de García es el que más cooperativas de estudiantes gestionó. Cabe destacar que las estudiantiles tenían poca o casi ninguna participación en procesos anteriores, según Luis Corella, actual director de Conacoop.
Otras tantas estudiantiles fueron acreditadas por el dirigente de la zona norte, José Rojas, actual directivo de Conacoop y gerente de Urcozón.
En las credenciales figuran otros nombres como Grettel Salas, Betzaida Delgado, Bryan Castro, quienes están autorizados como delegados; también Carlos Vargas y Lauren Rojas.