La Comisión Investigadora de Créditos Bancarios del Congreso concluyó que las "injerencias políticas" tuvieron gran responsabilidad en la caída de Bancrédito, que cerró sus operaciones comerciales el año pasado y actualmente se encuentra sumido en un coma profundo.
Los diputados agregaron que, para tratar de mitigar las crisis, el Estado le otorgó al banco la concesión de negocios rentables que, sin embargo, se perdieron y volvieron a hundir al intermediario financiero.
Otro de los aspectos que los legisladores señalaron como de importancia en el mal estado de Bancrédito es “la poca capacidad” para diversificar el riesgo, la pérdida de la administración del Fideicomiso Nacional de Desarrollo (Finade), el mantenimiento de una planilla “sobredimensionada” y el mal manejo de la cartera de crédito.
También, subrayaron que la actuación tardía de las autoridades de Gobierno conllevó a una “importante pérdida” en el patrimonio del banco, de lo cual, indica el informe, “el gobierno y algunos diputados son responsables”.
El parlamentario de Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, señaló específicamente a los actuales diputados que representan a la provincia de Cartago en el Congreso como culpables de la debacle.
"La mayoría de los diputados de Cartago empezaron a hacer ruido alrededor de la necesidad de que ese banco sobreviviera, en contra de cualquier sugerencia de que se cerrara o de que se fundiera. Lo sentí porque yo, hace año y medio, vi los números y vi que había que cerrarlo o fundirlo y procedí a presentar un proyecto de ley que a estas horas no ha pasado. Y otros demagogos de algunos partidos viejos, que creen que (el banco) da votos, impidieron que se avanzara en esa importante materia. Algunos diputados utilizaron el tema en su campañita", comentó.
Sobre el gobierno de Luis Guillermo Solís, el diputado del PAC lo culpó por no haber tomado de la decisión de cerrar el Banco.
Acerca de las recomendaciones, en este caso, la Comisión gestionará que la Fiscalía General de la República inicie una investigación para individualizar la responsabilidad personal que tuvieron los funcionarios de Bancrédito relacionados con decisiones que el panel calificó como tardías “en la propuesta y ejecución de medidas de saneamiento” de la situación del banco.
Los diputados también solicitaron al Poder Ejecutivo que convoque para su debate, en el Congreso, el proyecto de ley para cerrar Bancrédito y traspasarlo al Banco de Costa Rica (BCR), a fin de que los diputados aprueben un texto sustitutivo para ese proyecto de ley.
Sobre las lecciones que deja el caso, Ottón Solís agregó que el presidente electo, Carlos Alvarado, está teniendo un especial cuidado con la designación de los miembros de las juntas directivas bancarias. Empero, el legislador pidió no perder de vista que todas las decisiones que ha cuestionado la Comisión las tomaron las gerencias de los bancos del Estado.
"Yo conozco directivos, como Francisco Molina y Mónica Segnini (ambos del Banco de Costa Rica) que se enfrentaron a muerte al crédito del cemento. Pero la Gerencia estaba haciendo su juego. Está bien, hay que cuidar el nombramiento de los directivos, pero en Costa Rica hay que ver cómo se selecciona a gerente de instituciones que administran tanta plata", manifestó.
Solís cuestionó que gerentes bancarios cuestionados por la Comisión ganaran altos sueldos superiores a los ¢8 millones y den resultados como los que dio a conocer la prensa y el panel investigativo.
"Hay que meter un socollón a esos niveles y que sepan que la sociedad los tiene por corruptos. Esa es la palabra que merece una buena cantidad de los gerentes de los bancos", zanjó Solís.