El deslave que produce el río Reventazón, en el sector de las ruinas de Ujarrás, en Paraíso de Cartago, tiene a los cartagineses en vilo, por lo que el obispo de esa provincia, Mario Quirós, la alcaldesa Laura Morales y varios lugareños están solicitando una audiencia con el presidente Carlos Alvarado.
El objetivo es que el mandatario medie ante los ministerios correspondientes, con el fin de establecer medidas que consigan salvar dicha edificación, patrimonio nacional.
Así lo acordaron este viernes durante una reunión en la Casa Obispal cartaginesa, a la que se integraron dueños de propiedades afectadas por los embates del río.
Debido a la situación que enfrentan, los titulares de estas fincas presentaron una demanda contra la municipalidad al considerar que esta institución realizó trabajos de encauzamiento de las aguas del río, que más bien los terminó perjudicando.
Uno de los dirigentes comunales, David Serrano, manifestó que hay sectores en los que el río ya está a 100 metros del antiguo templo. Entonces, según él, si no hay medidas urgentes, como por ejemplo, la construcción de un muro de contención, u otras obras de ingeniería, las ruinas podrían colapsar.
Durante la reunión, el obispo Quirós, recordó que este templo es medular en la historia de los católicos costarricenses y fue precisamente ahí donde comenzó la devoción a la llamada Virgen de Ujarrás, primera patrona de Costa Rica.
La exdirectora del Centro de Investigación y Conservación del Ministerio de Cultura, Sandra Quirós, ha dicho en otras oportunidades que este templo es el más antiguo, aún en pie, que data del siglo XVI.