El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, descartó la represión como medida ante las protestas anunciadas para el 25 de julio en Nicoya, en el marco de las visitas oficiales para celebrar la anexión guanacasteca.
“Estoy seguro de que siempre hay gente desencantada, porque no hemos podido cumplir con todas las cosas que tienen que hacerse después de tantas décadas. (...) No evitaremos las protestas. Vamos a mantener la línea de que no queremos barricadas ni 'robocops' (policías ultra equipados) para que la fiesta del 25 de julio se realice con esplendor”, declaró el mandatario a periodistas esta mañana.
“Protestas pueden haber. No tengo ningún problema. Las marchas, si son justas, hasta yo me sumaría”, respondió Solís.
El anuncio de manifestaciones nació en el plenario de la Asamblea Legislativa, en boca de diputados guanacastecos del Partido Liberación Nacional (PLN) y del Partido Unidad Social Cristiano (PUSC), quiene aseguran haber coordinado ya con empresarios de esa provincia, molestos por la atención gubernamental de la sequía en la región del Pacífico Norte.
El gobernante dijo que pretende reunirse con los legisladores e informar de los esfuerzos de su gobierno por Guanacaste.
A ese tema dedicaron la sesión de este martes del Consejo de Gobierno, pues preparan información que los ministros expondrán en las giras a la provincia, en los días previos al 25 de julio.