Tilarán. La exquisita belleza natural de la zona que bordea el lago Arenal contrasta con el pésimo estado de la carretera.
Es esa belleza la que ha hecho de Tilarán, Nuevo Arenal y La Fortuna de San Carlos uno de los circuitos turísticos más visitados del país, sin importar la época.
En las orillas del lago se levantan hoteles y hasta restaurantes giratorios como el que construyó el hotel Los Héroes, en La Unión de Tilarán. El negocio ofrece una impresionante vista al lago y al volcán.
Pero los derrumbes y los cierres de la vía –que comenzaron a finales de setiembre y se han extendido a los primeros 10 días de octubre– son hoy la gran preocupación de empresarios, inversionistas extranjeros y lugareños.
Esa inquietud se debe a que en ese tiempo, la llegada de turistas ha registrado una drástica reducción que la comerciante Margarita Beyorín, dueña de un restaurante, estima en más de un 50%.
“Yo espero que esta situación negativa sea pasajera, pero me inquieta, y no lo puedo ocultar, que la vía sigue deteriorándose. Eso podría traernos más dificultades”.
El estadounidense Jeff Swank, con 30 años de haberse radicado en Nuevo Arenal, afirma que a esa carretera “le llegó la hora de un rediseño”. Él es dueño del hotel Tood Hall, un inmueble de gran tamaño.
“A lo largo de estos años, el Gobierno lo que ha hecho es tapar huecos, trabajos que algunas veces resultan de mala calidad por cuanto pocos días después, los huecos vuelven a aparecer.
”El Estado costarricense debe comprender que las vías en mal estado lo único que hacen es ahuyentar el turismo. Nosotros no queremos que eso suceda”, puntualizó el norteamericano.
Antonio Cruz, un transportista de Guatuso, advierte que la estabilidad de la actividad turística depende de lo que el Gobierno haga en los días inmediatos. “Si se quiere un turismo fuerte, hay que mejorar las carreteras”, consideró.