Los primeros 100 días de Édgar Mora Altamirano se asemejan a la temporada de huracanes. Fuertes turbulencias y aguaceros torrenciales con algunas temporadas de calma.
En este tiempo, enfrentó férreas críticas por un tuit que escribió sobre el suicidio y que luego él mismo calificó de imprudente. Aprovechó ¢15.000 millones ociosos del MEP para reforzar los recursos de las universidades y esto le valió una comparecencia en la Asamblea Legislativa, donde los diputados le recriminaron que no considerara utilizar estos dineros en mejorar la infraestructura de escuelas y colegios.
Y por último, también tuvo que responder por la ideologización en las pruebas de bachillerato en Estudios Sociales, diseñadas muchos años antes de que cruzara las puertas del MEP, pero en las que encontró sesgos evidentes.
Ahora, con el clima más despejado, Mora intenta imponer sus propias propuestas. Entre ellas, mejorar la distribución de los recursos del MEP, buscar un modelo más eficiente para construir escuelas y colegios, y universalizar el aprendizaje del Inglés desde preescolar.
Este es un extracto de la conversación que tuvo La Nación.
– ¿Considera que tuvo un comienzo turbulento a raíz del tuit sobre el suicidio, las comparecencias en la Asamblea Legislativa, la negociación del FEES o la polémica por prácticas de Estudios Sociales para bachillerato?
– Estos 100 días han sido intensos. Para mí ha sido muy relevante establecer un vinculo directo y cercano con los actores principales del proceso educativo que son las maestras y estudiantes y eso ha generado, por un lado una cercanía afectiva, pero por otro reacciones diversas.
"El MEP de por sí es un nombre que suscita mucho interés de parte de la ciudadanía ya que es el vínculo más largo e intenso que cualquier ciudadano costarricense tiene con el Estado, porque hay cientos de miles de familias que tienen estudiantes en el sistema y decenas de miles de familias involucradas al MEP, porque hay casi 100.000 funcionarios acá. Esto hace que prácticamente todas las familias estén de algún modo vinculadas y tocadas diariamente por las acciones del MEP, por lo cual hay un interés natural en lo que pasa con la educación del país.
“Yo no he sentido los rigores de una turbulencia, pero sí de mucha intensidad. Cuando uno se acerca a los fenómenos, resiente el calor que emana de ahí y yo creo que sí han sido unos 100 días muy intensos de muchas horas de trabajo, muchos kilómetros recorridos en el país, muchas experiencias personales; todo esto mezclado con todo el interés político que se suscita alrededor de un Ministerio de Educación”.
– Si los 100 días fueron así, ¿Qué esperar del resto de la gestión?
– Si uno dividiera la gestión de 100 días en 100 días, yo de los próximos 100 días esperaría resultados interesantes en áreas como la infraestructura, tendríamos definido cuál es el modelo de construcción con el cual seguiríamos hacia adelante, que no va a ser igual al que teníamos. Esa decisión fue tomada en estos primeros 100 días, es decir, llegamos a la conclusión de que con el modelo actual de gestión o el que hasta hace poco estaba vigente, nunca íbamos a lograr cumplir.
"En los próximos 100 días habríamos puesto en marcha las acciones más concretas en relación a lo que nosotros denominamos ‘tiempo’ y las maestras llaman ‘cargas administrativas’, esta fue la primera acción que hicimos, es decir, devolver autonomía al centro educativo para que tome algunas decisiones.
“También quisiéramos pronto resolver el problema de los cargos interinos que pesan tanto en el ánimo y que producen tanta zozobra en el cuerpo de maestras. En los próximos 100 días habríamos avanzado en la universalización de la educación preescolar y habríamos puesto las bases de una educación bilingüe desde preescolar que es un compromiso que hemos adquirido para cuando terminemos el Gobierno”.
– ¿El presidente le ha pedido tener cuidado con las redes sociales, con las cosas que dice; ser más cuidadoso con lo que publica?
– Las conversaciones que yo he tenido con el señor presidente de la República siempre han sido muy respetuosas y cordiales. Ambos comprendemos que una persona que está en el puesto de ministro de Educación, tiene que tener una voz propia para poder ejercer el trabajo, en el marco de lo que es prudente y de la sinceridad.
“Creo que no ha habido nada parecido a una censura ni a una llamada de atención pero sí ha habido muchas conversaciones entre él y yo relativas a la importancia de que desde el MEP se puedan expandir los intereses de la población en relación con distintos temas vinculados a la formación en la educación y que, desde aquí, haya posibilidades de tener una contribución al desarrollo de temáticas que son importantes para el desarrollo de las habilidades de los niños y muchachos”.
– Usted ha hablado de que en el MEP se ha presupuestado con mucha holgura. Con la crisis fiscal, ¿este presupuesto, entonces, se puede disminuir o cómo se va a presentar?
– El presupuesto del MEP no puede disminuirse porque las demandas sociales sobre la educación son crecientes. Por ejemplo, nos interesa que la población sea bilingüe, cada vez haya más muchachos interesados en tecnología, ingeniería o en matemáticas.
"Veo y noto indicios de que hay cada vez más interés de que se amplíe la base de educación preescolar e incluso hay indicios de que a las comunidades les interesa que la formación pedagógica inicie incluso antes de los 4 años en la Red de Cuido. Hay cada vez más indicios de que se mejore la infraestructura. Entonces, estas son solo algunas de las demandas crecientes, no decrecientes. No hay una circunstancia que justifique menos inversión en educación.
– ¿Qué es lo que pasa con el presupuesto? ¿Está mal distribuido?
– Exacto. Hay posibilidades de estructurar un presupuesto que sea congruente con estas aspiraciones sociales. Por ejemplo, si uno encuentra que hay una sobreestimación del presupuesto de remuneraciones y ese presupuesto no va a ser útil de ningún modo porque todas las remuneraciones que hay que cubrir ya están cubiertas con una suma menor, hay una oportunidad de hacer crecer servicios y nuevos proyectos dentro del MEP como la educación preescolar, o el financiamiento de la formación en un segundo idioma.
“Lo que hay que hacer es mejorar la distribución interna del presupuesto, en eso es lo que estamos. Lo que creo es que el presupuesto para el 2019 tiene una distribución más congruente con las aspiraciones de la sociedad”.
– Pero la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) afirma que se invierte mucho en educación pero no hay resultados. ¿Cómo explica eso?
– Efectivamente, la inversión que hacemos podría generar mayor calidad. Hay depresores en el sistema, depresores de la calidad educativa que no son los recursos, es decir, con los recursos que invertimos podríamos conseguir mayor calidad pero tenemos que orientarnos a la calidad.
“Hay que reconocer que el afán hasta ahora ha sido la cobertura y la universalización de los servicios educativos. Yo me siento cómodo diciendo que esa etapa ya la cumplimos, ahora nos toca una etapa de mejorar la calidad”.
– El presupuesto del MEP no va a crecer para el próximo año, el del FEES (Fondo Especial para la Educación Superior) sí en ¢15.000 millones. ¿Cree que las universidades necesitan este dinero? Los rectores dicen que sin ese dinero se tendrían que eliminar programas, pero el MEP también ha tenido que eliminar programas, por la crisis fiscal, como restringir la capacitación a docentes ¿Por qué las universidades no pueden hacerlo?
– Las universidades están encadenadas a todos los procesos estratégicos de producción nacional y a nosotros nos parece siempre y cuando el MEP pueda contener en sus límites presupuestarios el financiamiento adecuado para las universidades y que este financiamiento no sea dispendioso.
"El Ministerio hace bien en colaborar con su financiamiento, como hace bien en colaborar con el financiamiento en la otra etapa de la educación que es preescolar. Lo que hay que entender es que el MEP tiene obligaciones con el sistema educativo y este incluye a la educación superior.
"Cuando el MEP negocia el FEES no está tomando recursos de la educación para ponerlos en un canasto exógeno a la educación, como al MOPT (Ministerio de Obras Públicas y Transportes), los está invirtiendo en el sistema educativo.
“Es una inversión que es una obligación constitucional y que solo reconoció la inflación. Es una inversión que el MEP puede hacer y que lo hace en defensa también del sistema educativo de educación superior. Ahora bien, eso también nos permite tener una voz crítica en relación a lo que sucede dentro de las universidades y solicitarles que su contribución al país no esté impedida ni mediatizada por los ajustes que ellos, necesariamente, tienen que hacer internamente para tener una vida universitaria que sea congruente y se parezca a la vida que tenemos en el país, es decir, que no haya excesos, ni abusos”.
–Del MEP salen los recursos para el FEES, el 80% se gasta en salarios, según la Academia de Centroamérica. ¿No le parece que se destina mucho dinero a un solo elemento de todo el quehacer universitario?
– Yo creo que las universidades deberían de maximizar la inversión en investigación y la inversión en los estudiantes pero también reconozco que el pago de profesores es invertir en estudiantes. Ahora yo no estoy diciendo que no haya necesidad de hacer ajustes, pero es muy normal que en una universidad los seres humanos reciban remuneraciones y que esas remuneraciones sean mayoritarias en el presupuesto.
"Yo creo todos los costarricenses les estamos señalando a ellos la necesidad de mayor inversión en becas pero a veces me parece que se les quiere achacar a las universidades que son pocas las personas de bajos recursos que son estudiantes universitarios. Eso podría ser más responsabilidad del MEP, por el manejo que hace de la primaria, secundaria y de preescolar, que de las propias universidades, porque nosotros no tenemos un buen servicio educativo desde preescolar en las poblaciones de menores recursos.
“Todo el sistema educativo nacional propende a la inequidad más que a la igualdad y a la paridad. Hay serios problemas de equidad que estamos produciendo a partir del recurso educativo”.
– ¿Debe tener el MEP un papel más activo en supervisar y aprobar los libros que están usando los docentes en las aulas?
– El MEP deber hacer inservibles los libros que andan por ahí, debe exigirle rigurosidad a los docentes respecto los libros que recomiendan para los estudiantes. El contenido de la currícula del MEP debe ser absolutamente público, debe estar en plataformas nuestras que hagan innecesario el uso de un libro de texto. Después, quedaría disciplinar el uso interesado que podría estarse dando de esa actividad de cabildeo de la editorial con un profesor y cuál es el vínculo que hay entre ellos, en eso debería el MEP ser riguroso, no respecto al mundo editorial, si no respecto a lo que pasa en el aula.
“El MEP ni el país puede impedir que una persona compre un libro, el Ministerio sí puede hacer cosas como propiciar la valoración de los textos por parte de expertos, es decir, que hayan valoraciones públicas de los textos y de su calidad. Tal vez no le corresponde a un único actor, se debería propiciar que todos participen, que haya suficiente masa critica en relación de esta función de editoriales privadas y sus libros de texto”.
– ¿Está usted de acuerdo con las afirmaciones que se hacían en las prácticas para la prueba de bachillerato en Estudios Sociales?
– Yo pedí someter a revisión las prácticas que van a ser útiles de aquí en adelante, se publicaron todas las prácticas anteriores para la valoración de todas las partes. Se generó una crítica hacia el sistema de educación de Estudios Sociales. Algunas personas mencionan que el defecto no es necesariamente únicamente en las prácticas, si no en la propia formación universitaria y, evidentemente, ha habido un debate que a mí me ha parecido, le he prestado atención y ha enriquecido la visión del MEP respecto a las prácticas.
– ¿Qué opinión tiene usted de lo que se afirmaba en las prácticas?
– A mí me parece que es importante que haya habido todo tipo de señalamientos en relación con las prácticas. Yo nunca me referí en las opiniones que dí a los ítems específicos, sin embargo, quienes sí lo hicieron dentro del MEP señalaron un sesgo y yo estoy de acuerdo con las personas que técnicamente han señalando un sesgo en esas prácticas y que lo han hecho internamente aquí en el MEP y que han propiciado, –lo que me parece más productivo de todo– una revisión de la forma en la que esas practicas se construyen para el futuro.
“Yo estoy conforme con toda la discusión que se dio sobre esto, estoy conforme con la posición de la sociedad civil, de la prensa, de los técnicos internos y, sobre todo, estoy conforme con las nuevas valoraciones que se ha hecho en relación a prácticas futuras y a mí me parece que ha sido una experiencia que nos ha enriquecido a todos”.
“El problema es si los alumnos no están expuestos a las opiniones diversas de gente de izquierda, de gente derecha sobre un mismo fenómeno. Un fenómeno real debe ser observado desde distintos puntos de vista y de hecho es inevitable que sea observado desde distintos puntos de vista. Un estudiante costarricense debería tener acceso a todos los puntos de vista, sin que nadie le diga o suponga que un solo punto de vista es válido. La persona tiene que construir su propia opinión a partir de las opiniones de los demás, a eso me referí yo con pluralidad, es decir, en ser abiertos a la discusión y en encontrar dentro de los distintos puntos de vista una visión no relativa, sino encontrar donde está el dato”.