Damasco. AFP. El ejército sirio se preparaba ayer para lanzar una ofensiva contra Alepo, la gran ciudad del norte del país, para reconquistar las zonas dominadas por los rebeldes, varios días después de hacerse con el control, con ayuda del Hezbolá libanés, de la localidad clave de Kuseir.
“Es probable que la batalla de Alepo comience en las próximas horas o días, y esto para recuperar los pueblos y ciudades ocupados (por los rebeldes) en la provincia”, aseguró un responsable de los servicios de seguridad sirios.
La semana pasada, las tropas del presidente sirio, Bashar al-Asad, apoyadas por militantes armados del Hezbolá, retomaron el conjunto de la región de Kuseir, un bastión rebelde en el centro-oeste del país.
Varios analistas habían afirmado que el régimen, tras su logro en Kuseir, se preparaba para lanzar ofensivas en otras regiones donde aún no tenía control.
El periódico sirio Al Watan , cercano al poder, indicó ayer que el ejército “comenzó a desplegar tropas a gran escala en Alepo, preparándose para una batalla en el interior de la ciudad y en su periferia”.
Hace casi un año, los rebeldes lanzaron la batalla de Alepo y desde entonces, los combates y bombardeos son diarios en la segunda ciudad del país, excapital económica de Siria.
Miles de soldados. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), cercano a la oposición, informó hace dos días de que el ejército sirio concentraba “miles” de soldados en la región de Alepo con el objetivo de tomar las posiciones rebeldes y cortar las vías de suministro en armas desde Turquía.
El OSDH añadió que el Hezbolá envió “decenas de cuadros para formar a centenares de sirios chiitas en el combate”, pero no combatientes.
En relación con el Hezbolá, un centenar de personas se reunieron ayer en la plaza de los Mártires en el centro de Beirut bajo un lema: “Los libaneses con la libertad y la dignidad del pueblo sirio, contra la batalla del Hezbolá en Siria”.
La intervención de dicho grupo libanés en la batalla de Kuseir fue decisiva para la victoria de las fuerzas de Bashar al-Asad después de dos semanas de enfrentamientos.
Según un responsable de la Cruz Roja libanesa, al menos 87 sirios heridos en Kuseir han sido hospitalizados en Líbano desde el viernes por la tarde.
En Líbano, la mayoría de los chiitas liderados por el Hezbolá son favorables al régimen sirio, mientras que los sunitas, que representan a la mayoría de la población en Siria, apoyan a la oposición, la cual intenta sacar a Asad del poder.