Londres
El Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) vive su enésima crisis tras la consecución de su gran objetivo, el brexit (salida del país de la Unión Europea), con el llamado de Nigel Farage a la expulsión del único diputado del partido por no haberle conseguido el título de sir.
Pese a los 3,8 millones de votos conseguidos en las últimas elecciones generales de mayo del 2015 (12,5% del total), y a causa de un sistema electoral que favorece a los grandes partidos, el UKIP cuenta solo con un diputado en el Parlamento, Douglas Carswell, un tránsfuga del Partido Conservador de 45 años, diputado por Clacton, una circunscripción del sudeste de Inglaterra.
El propio Farage, el líder más carismático que tuvo el partido, hoy supuestamente alejado del UKIP pero siempre al acecho, se presentó a seis elecciones de diputado y siempre fue derrotado.
Este martes, en un artículo en el Daily Telegraph, Farage cargó contra Carswell, con quien nunca tuvo buena relación.
"Como partido, ¿cómo podemos permitir que nos represente en la Cámara de los Comunes un hombre que busca dañarnos activamente y sin ocultarse?", se preguntó Farage, exlíder del partido antieuropeo y antinmigración, en un artículo en el Daily Telegraph.
"Creo que el UKIP tiene poco futuro si él se queda en el partido. Es hora de que se vaya", sentenció.
Quiere ser caballero. La razón por la que Farage vuelve a la carga contra Carswell es su fracaso en que el gobierno le concediese a él la distinción de caballero de la Orden del Imperio británico.
Desde que dimitió tras el referendo del 23 de junio, todos los intentos de Farage que se le reconozcan sus méritos en el brexit -"el día de la independencia", en sus palabras- no prosperaron: no es sir Nigel, y el gobierno rechazó la demanda de su amigo y nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de nombrarlo embajador en Washington.
En un intercambio de mensajes con otro miembro del UKIP en la Cámara de los Lores, Carswell se burló de las pretensiones de Farage, preguntándose si había que condecorarlo "por sus servicios a quienes escriben los titulares" de los diarios.
Este martes, Carswell rechazó dimitir en un comunicado que rebosaba ironía.
"Estoy muy bien donde estoy. Estoy tratando de duplicar el número de la representación parlamentaria del UKIP. Desgraciadamente, no lo conseguimos en Stoke", la ciudad, en el norte de Inglaterra, que mayor apoyo dio al brexit y que celebró esta semana la elección parcial de un diputado, con la derrota habitual del candidato del UKIP.
"Si (Farage) quiere venir", continuó Carswell, "y hablar de cualquier problema del grupo parlamentario del UKIP, estaré muy contento de responder. No le llevará mucho rato, solo soy yo", afirmó.
Desde que consiguió su objetivo fundacional con el brexit, el partido no ha vivido un momento de respiro. Dos de sus europarlamentarios protagonizaron una pelea en octubre que acabó con uno de ellos, Steven Woolfe, en el hospital por un puñetazo. Aquel episodio liquidó la prometedora carrera de Woolfe, el favorito a tomar las riendas del partido, que se alejó de la escena política.
Desde la dimisión de Farage, el partido ha tenido dos líderes: Diana James, que dimitió al cabo de 18 días, y Paul Nuttall, que encabezó la fracasada candidatura a diputado en Stoke.
LEA MÁS DEL BREXIT
Alberto Trejos: Con el 'brexit' no se acabó el mundo, pero no contábamos con una minirrecesión