Atenas. AFP y EFE. Grecia se preparaba ayer para acudir a unas cruciales elecciones legislativas que podrían encumbrar al poder a la coalición contra la austeridad Syriza, una expectativa que los acreedores internacionales del país ven con temor.
“Apriétense el cinturón”, tituló el sábado el semanario liberal Proto Thema en referencia a la esperada victoria, según los sondeos, de la coalición de la izquierda radical Syriza, que podría convertir a Alexis Tsipras en el primer jefe de un gobierno europeo abiertamente contrario a las políticas de austeridad.
Los últimos cinco sondeos publicados el viernes le otorgaban una ventaja de entre 2,9 y 6,7 puntos frente al partido conservador Nueva Democracia del primer ministro saliente, Antonis Samarás . El número de indecisos alcanza entre el 10 y el 15% de los electores.
Así, la clave de los comicios estará en el voto de estos últimos y en si Syriza consigue una mayoría absoluta.
Durante la jornada de reflexión de ayer, el primer ministro conservador dijo a la prensa extranjera que contaba con el apoyo del “14% de indecisos”, mientras que un responsable de la coalición de izquierda afirmó que se encaminaban hacia la victoria y que lograrían formar un gobierno de coalición si era necesario.
Ambos candidatos quemaron los últimos cartuchos el viernes por la noche.
Desde Creta, el líder opuesto a la austeridad, de 40 años, aseguró que lucharía “por todos los pueblos de Europa” para “poner fin a la austeridad” con el objeto de evitar “el fin de la democracia”.
“Por esta razón –manifestó–, todas las [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150124_0005]]miradas de Europa[[END:INLINEREF]] están puestas en Grecia y todos los pueblos de Europa esperan el 25 de enero”.
Esta postura la respaldaron ayer en Barcelona varios partidos de izquierda, que dieron su apoyo a Syriza y se fijaron el objetivo de combatir la estrategia de austeridad impuesta “brutalmente” en el sur europeo para salir de la crisis progresivamente.
Luego de dos días de intensos debates, en Barcelona, el I Foro del Sur de Europa surge con vocación de continuidad en busca de un giro radical a las políticas de austeridad y recortes impuestas desde la Unión Europea (UE).
No habrá accidente. Samarás, por su lado, expresó ante un emocionado auditorio en Atenas que, a su juicio, “el accidente Tsipras no tendrá lugar”. “Syriza nos va a enfrentar a Europa”, sentenció.
Una victoria de Syriza podría beneficiar al partido antiliberal Podemos, en España, de cara a los próximos comicios municipales y regionales, antes de las elecciones legislativas que podrían tener lugar a partir de noviembre.
Sin decirlo explícitamente, los socios de Grecia parecen haber tomado nota del cambio que se avecinaría en este país que vive de las inyecciones de fondos de los acreedores internacionales desde el 2010. La troika –Unión Europea (UE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central Europeo (BCE)– prestó 240.000 millones de euros a Grecia a cambio de unas drásticas políticas de austeridad.
La canciller alemana, Ángela Merkel, aseguró el viernes que Grecia debe “seguir formando parte de la historia” europea.
Al día siguiente de los comicios, los ministros de Finanzas de la Eurozona se reunirán para evaluar el tiempo que necesitará el nuevo gobierno para negociar tranquilamente su plan de rescate, declaró el ministro francés Michel Sapin.
Tsipras busca, especialmente, renegociar la deuda que alcanza el 175% del producto interno bruto (más de 300.000 millones de euros) de este país, cuya tasa de desempleo es de un 25%.
“No sabemos si Tsipras podrá reducir la deuda, pero esperamos que será capaz de hacerla más razonable”, expresó Paris Lizos, un desempleado de 59 años, padre de dos niños, en el mitin final de Syriza el jueves.