Nayib Bukele moverá las fichas del ajedrez político en El Salvador, con el objetivo de adquirir el poder absoluto en ese país centroamericano, ante la ligera amenaza de perder la mayoría de escaños en el Congreso y, por ende, el punto medular con el que cambió todo a su favor.
Así lo describen dos analistas políticos salvadoreños y el vicepresidente del partido Arenas, quienes conversaron con La Nación, luego de que Bukele anunciara, la noche del jueves anterior, que planea reducir el número de curules en la Asamblea Legislativa, para pasar de 84 a 60 diputados; y disminuir la cantidad de municipalidades, de 262 a 44.
Wilson Sandoval, coordinador de la oficina de Transparencia Internacional en El Salvador, considera que el “oficialismo hizo sus números (de cara a las elecciones del 2024) y sabe que no lograría una victoria abrumadora en el Congreso”.
Esta sería la razón de peso por la que el mandatario de 41 años propone reducir el número de municipios y de escaños en el Legislativo, en aras de “asegurarse, al menos, el 80% de los diputados”.
El ‘bukelismo’ es el que manda en este momento en ese país centroamericano. El oficialista Partido Nuevas Ideas tiene 59 diputados, una mayoría abrumadora que les permite la aprobación de cualquier proyecto de ley, sin necesidad de negociar con las bancadas de otras agrupaciones.
La oposición la conforman 25 diputados, divididos en siete partidos políticos, donde Arena tiene 11 escaños. Según las encuestas actuales, este escenario podría cambiar de cara a las elecciones del 2024 y es lo que Bukele quiere evitar con los cambios legales que propone.
“El oficialismo tiene claro que no lograría una mayoría abrumadora en el próximo Congreso, de acuerdo a los números que tienen. Esta propuesta en la reducción de escaños pretende configurar nuevos ‘minimapas’ para agrupar aquellos municipios en los que sabe que sí va a ganar. Entonces, con la nueva propuesta, se asegura, al menos, un 80% de los diputados y con esto no habría opción de un contrapeso al Ejecutivo”, explica Sandoval.
Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana, que es una asociación sin fines de lucro que promueve la transparencia y combate la corrupción en El Salvador, considera que estas modificaciones tienen la clara intención de concentrar el poder para un eventual segundo mandato.
“En algunos municipios hay bastante descontento con el Partido Nuevas Ideas y eso les hace creer que pueden perder el control en varios departamentos del país. Entonces, harán estos cambios para crear nuevos municipios, donde sabe que van a ganar las elecciones y así tener el control de todo el territorio de la República.
“La reforma está pensada para darle las condiciones al partido del presidente, para darle las victorias en ciertos puntos del país, donde se han ido debilitando por el desgaste natural de ejercer el cargo. Esto les dará una nueva cuota de poder muy similar a la que mantienen en este momento“, describe Escobar.
Golpe mortal a opositores
La Alianza Republicana Nacionalista (Arena), el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y el partido Vamos, son las agrupaciones políticas opositoras a Nuevas Ideas y buscan la manera de equiparar fuerzas de cara a las elecciones del 2024.
Sin embargo, el proyecto de ley que pretende implementar Bukele sería un golpe mortal de cara a la contienda electoral venidera.
“Hay partidos que están tratando de hacer mejor las cosas de cara a las próximas elecciones, más allá de las agrupaciones tradicionales. No obstante, creo que este reordenamiento territorial es un golpe casi que mortal de cara al 2024. Armarse, después de este cambio de fórmula, es casi imposible.
“Es muy similar a lo que pasó en Nicaragua con Daniel Ortega, cuando el árbitro ostenta todo el poder, cuando todo está instrumentalizado y supeditado por el partido oficialista, es muy difícil que algo se pueda hacer por más voluntad que se tenga”, explica Sandoval.
Por su parte, el diputado y vicepresidente del partido Arenas, Ricardo Godoy, es del criterio de que es una medida casi desesperada del oficialismo ante el fracaso al frente de los 150 municipios que lideran.
“Ellos quieren cercar a la oposición y concentrar de manera absoluta el poder. Este proyecto de ley se verá la próxima semana en el Congreso y Nayib Bukele le pidió a su bancada la aprobación. Esto le allana su camino hacia un gobierno autoritario, porque ya domina todas las instituciones del Estado. Nuevas Ideas fue un fracaso al frente de las 150 municipalidades que lideran y el malestar es evidente, por eso quieren reducir el número de municipios”, precisó Godoy.