Miami
El juicio federal contra Dylann Roff por matar a nueve parroquianos de una iglesia tomó impulso este martes en Charleston, Carolina del Sur, cuando la fiscalía describió la fría y calculada masacre racista durante su alegato de apertura.
El joven de 22 años puede ser condenado a pena de muerte por haber matado a nueve fieles negros de la iglesia metodista episcopal africana Madre Emanuel, que participaban en una reunión de estudio de la Biblia el 17 de junio de 2015.
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Tras la selección final de los 12 miembros del jurado, los abogados de ambas partes presentaron sus alegatos de apertura frente al juez federal Richard Gergel.
Roof "decidió ejecutar a nueve hombres y mujeres buenos e inocentes", dijo el fiscal Jay Richardson, según reportó el diario local The Post and Courier. "Y eligió hacerlo por el insensible odio que tiene a su color de piel".
La fiscalía busca la pena de muerte y se negó a aceptar la oferta de Roof -quien se dijo entonces inocente- de declararse culpable a cambio de una sentencia a cadena perpetua por los 33 cargos que enfrenta.
Richardson dijo a los miembros del jurado que Roof, quien hacía apología del nazismo y el apartheid, pasó meses planificando el ataque y acumulando municiones.
El fiscal destacó el hecho de que Roof eligiera atacar la iglesia Madre Emanuel en particular, que es símbolo de la lucha de los negros contra la esclavitud.
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Cuando entró a la iglesia, los 12 fieles que allí estaban pensaron que Roof era "un pequeño chico inofensivo", dijo el fiscal. "No se imaginaban el corazón frío y lleno de odio que tenía".
Luego, en medio del ataque, mientras recargaba su arma calibre 45, el joven dijo: "Tengo que hacerlo. Ustedes están violando a nuestras mujeres y se están apoderando de nuestro país".
Cuando llegó su turno, el abogado de la defensa, David Bruck, dijo que no cuestionará los hechos, que tal vez no llamará a ningún testigo y no cuestionará los testimonios de la fiscalía, según The Post and Courier.
Pero pidió a los miembros del jurado que tomen en cuenta el pasado de Roof y que intenten entender los factores que motivaron su ideología racista para no condenarlo a muerte.
En una audiencia la semana pasada, el juez Gergel había aceptado una petición de Roof de representarse a sí mismo en el jucio.
Pero el fin de semana el joven cambió de idea y pidió al juez que su abogado lo represente durante la fase en que se determinará su culpabilidad. El propio acusado se ocupará entonces de su defensa luego, cuando se aborde la pena de muerte.
Normalmente, los juicios por pena capital se dividen en dos fases. La primera establece la culpabilidad y la segunda la sentencia, en la que se considera si el condenado debe ser enviado a cadena perpetua o al corredor de la muerte.
El jurado para el juicio federal en curso está compuesto por dos mujeres negras, ocho mujeres blancas, un hombre blanco y un hombre negro.
La matanza causó gran conmoción en la opinión pública nacional e internacional, en momentos en que Estados Unidos está sumido en una serie de episodios que dejan en evidencia sus tensiones raciales, entre ellos, los actos vandálicos de grupos de supremacistas blancos están en aumento y los casos de abuso policial contra la población negra han llevado a numerosas protestas.
También en Charleston, la semana pasada se anuló el juicio al expolicía Michael Slager, acusado de matar por la espalda a Walter Scott -un hombre negro que huía de una infracción de tránsito-, debido a que el jurado no fue capaz de ponerse de acuerdo para llegar a un veredicto.