
Washington. El jefe de la campaña electoral que llevó a Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos en 2el 016 compartió secretamente información con un funcionario de inteligencia ruso, lo que representó una amenaza de espionaje “grave” para el país, según un informe del Senado difundido este martes.
Antes y durante los casi seis meses que tomó parte en la campaña de Trump, Paul Manafort, un veterano consultor político republicano, se comunicó directa e indirectamente con Konstantín Kilimnik, identificado como un oficial de inteligencia ruso, y Oleg Deripaska, un influyente ciudadano de ese país cercano a Vladimir Putin, señaló el reporte del Comité de Inteligencia del Senado.
"En numerosas ocasiones, Manafort buscó compartir en secreto información interna de la campaña con Kilimnik", incluidos detalles de las encuestas y estrategia, indicó la comisión.
Si bien el informe señaló que el motivo del intercambio no estaba claro, precisó que tuvo lugar justo cuando la inteligencia rusa (GRU) y una operación de redes sociales vinculada al gobierno buscaban activamente inclinar la elección hacia Trump.
Manafort “se estaba comunicando en secreto con un oficial de inteligencia ruso (...) mientras la operación de inteligencia rusa para ayudar a Trump estaba en curso”, consignó el informe.
“En conjunto, el acceso de alto nivel de Manafort y su voluntad de compartir información con personas estrechamente asociadas con los servicios de inteligencia rusos, en particular Kilimnik y asociados de Oleg Deripaska, representaron una grave amenaza de contrainteligencia”, precisó.
Ayuda de Moscú
El informe del Senado, producto de una investigación de tres años sobre la intromisión rusa en las elecciones del 2016, describió numerosos incidentes en los que la campaña de Trump buscó activamente la ayuda de Moscú y WikiLeaks para perjudicar a la rival del magnate republicano, Hillary Clinton.
La difusión se produce en momentos en que la inteligencia de Estados Unidos advierte sobre los intentos activos de Rusia de interferir en la actual carrera presidencial a favor de Trump.
El presidente ha negado repetidas veces haber estado en connivencia con Rusia o haber obtenido su apoyo en el 2016, y calificó las investigaciones de “caza de brujas”.
El martes temprano escribió en un tuit que el verdadero escándalo era que la administración anterior de Barack Obama había estado “espiando” su campaña al investigar la supuesta colusión.
Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, sostuvo que el informe “expone aún más los alarmantes extremos hasta los que Donald Trump y su campaña dieron lugar y confiaron en la interferencia de una potencia extranjera hostil en las elecciones del 2016”.
Al referirse a los informes de la intromisión rusa en la carrera electoral actual, afirmó que Trump “está dando públicamente luz verde a las potencias extranjeras para atacar” las elecciones.
El comité del Senado repite buena parte de las conclusiones de la investigación del fiscal especial del Departamento de Justicia, Robert Mueller, quien describió numerosos contactos entre la campaña de Trump y Rusia, pero sin pruebas para imponer cargos por delitos.
Manafort fue investigado por Mueller, y finalmente condenado por múltiples cargos de fraude fiscal y bancario y lavado de dinero relacionados con negocios en Ucrania. Sin embargo, ninguno de esos cargos tuvo relación con la campaña de Trump.
El año pasado, este hombre de 71 años fue condenado a siete años y medio de cárcel, pero en mayo se le concedió prisión domiciliaria ante la amenaza del coronavirus.
Trump ha sugerido repetidamente que podría indultar a Manafort.