Ginebra. EFE. Un tribunal de Ginebra condenó ayer a cadena perpetua al exjefe de la Policía de Guatemala Erwin Sperisen por la ejecución sumaria de siete presos, una sentencia que fue recibida como una victoria por defensores de derechos humanos y activistas que luchan contra la impunidad en Centroamérica.
“Estoy muy satisfecho del veredicto”, dijo, exultante pero contenido, el procurador de Ginebra, Yves Bertossa, a la salida del juzgado donde Sperisen acababa de ser condenado a la pena que él había solicitado.
“El veredicto marca un antes y un después en la persecución de violaciones de derechos humanos, no importa dónde se hayan cometido. Espero que sea un ejemplo para que más fiscales y jueces investiguen y procesen, aunque sea difícil y costoso”, afirmó el director de TRIAL, Philip Grant.
TRIAL fue la organización que logró que la Justicia helvética procesara a Sperisen, dado que tiene doble nacionalidad, suiza y guatemalteca.
La legislación del país europeo no prevé la extradición de sus nacionales, pero reconoce a sus tribunales la competencia para juzgar crímenes cometidos por estos en otros países.
Los abogados de la defensa anunciaron a la salida del tribunal que apelarán la sentencia, que el letrado Florian Baier consideró “ triste, chocante, y que no se puede definir como acto de justicia”.
La condena. El tribunal penal de Ginebra condenó ayer a Sperisen a cadena perpetua como coautor de seis asesinatos y autor directo de un sétimo en el 2006, cuyas víctimas fueron reos de la prisión Pavón.
“Dada la gravedad de los hechos, la falta de empatía con las víctimas y el número de víctimas, no se puede pensar en otra condena que la ausencia de libertad de por vida”, afirmó la presidenta de la Corte, Isabelle Cuendet.
Durante las tres semanas que duró el proceso, el tribunal escuchó el testimonio de 13 personas provenientes de Guatemala, Chipre, España, Austria y Francia.
Los tres jueces principales y cuatro asesores que forman el tribunal consideraron probada la responsabilidad de Sperisen en la ejecución de Carlos Barrientos V., Érick Mayorga, Gustavo Correa, Jorge Batres, Luis Zepeda, Mario Castillo y José Tiniguar Guevara.
Premeditación. En seis casos, el tribunal concluyó que Sperisen es “corresponsable” de las muertes de los reos, que fueron ejecutados sumariamente, aunque luego se alteró la escena del crimen para simular “unos enfrentamientos que nunca ocurrieron”.
“Varios presos tenían impactos en los brazos como si hubieran querido protegerse instintivamente”, añadió la presidenta, para quien quedó probado que las armas y granadas en manos de los reos fueron colocadas a posteriori, para disimular la ejecución.
En el caso de Tiniguar Guevara, la Corte consideró que el expolicía fue “autor directo” de su muerte.
“Sorprende especialmente la manera egoísta y odiosa en la que actuaba Sperisen y la ausencia de escrúpulos”, declaró la jueza al leer la sentencia.
Cuendet afirmó que la argumentación de la defensa, de que Sperisen tenía “un simple rol de supervisión, se contradice con otros elementos del dossier ”.
Recordó que, cuando Sperisen asumió el cargo en la Policía Nacional, montó su propio escuadrón de la muerte, llamados “Los elefantes demoledores”.
El tribunal también juzgaba la implicación del exjefe policial en el asesinato de otros tres reos en el 2005, tras escapar del centro penitenciario El Infiernito.
Aunque consideró probada la ejecución sumaria de los tres presos, la Corte juzgó que no había pruebas suficientes para implicar a Sperisen y optó entonces por absolverlo.