Washington. AP y EFE. Espías de alto rango del presente y el pasado hicieron campaña ayer para desacreditar la investigación del Senado de las “brutales” prácticas de tortura de la CIA usadas después de los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001 en Estados Unidos, en procura de que se defina el contexto histórico y se impidan potenciales acciones jurídicas en el resto del mundo.
El informe de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Alta no pide procesamiento por tal conducta, y el Departamento de Justicia no tiene interés en reabrir una investigación penal.
Pero la amenaza para los exinterrogadores y sus superiores fue enfatizada cuando un investigador especial de las Naciones Unidas exigió que sean juzgados los responsables de “crímenes sistemáticos”, mientras que grupos defensores de los derechos humanos presionaron para que sean arrestados personajes cruciales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del gobierno de George W. Bush si viajan al extranjero.
Funcionarios actuales y pasados de la CIA contraatacaron, determinados a retratar el reporte del Senado como una triquiñuela publicitaria con fines políticos por parte de senadores demócratas que mancilla un programa que salvó vidas.
“Es un estudio unilateral estropeado por errores de circunstancia e interpretación; está esencialmente mal realizado y es un ataque partidista sobre la Agencia que ha realizado todo lo posible para proteger a Estados Unidos”, escribieron los exdirectores de la CIA George Tenet, Porter Goss y Michael Hayden en The Wall Street Journal .
Hayden fue señalado por investigadores del Senado como responsable de una serie de declaraciones falsas o engañosas vertidas en el 2007 sobre la importancia del tratamiento brutal de la CIA a detenidos para frustrar ataques terroristas.
“Ellos estuvieron demasiado interesados en pegarme de gritos”, expresó Hayden en un correo electrónico enviado a la AP.
Negó haber mentido al expresidente George W. Bush y al Congreso sobre las prácticas de interrogatorio, que fueron “más brutales” y menos eficaces de lo que se creía, según la investigación del Senado estadounidense.
En una entrevista con el diario Político , Hayden dijo que no es cierto que Bush no conociera los detalles de las técnicas de interrogatorio hasta el 2006, porque el entonces mandatario “aprobó personalmente” aplicar la asfixia simulada al líder de al-Qaeda Abu Zubaydah, detenido en 2002.
“Lo que puedo decir es que el presidente (Bush) nunca supo dónde estaban” las instalaciones secretas en Europa y Asia en las que se retuvo a los sospechosos. “Es el único hecho que sé que él desconocía”, declaró.
La oposición republicana y destacados miembros de la administración de Bush criticaron el informe y defendieron que las prácticas de la CIA permitieron abortar tramas terroristas y salvaron vidas estadounidenses.
“ Somos afortunados de tener a los trabajadores de la CIA sirviendo para nuestro bien. Ellos son patriotas. Si el informe menoscaba la contribución de la Agencia a nuestro país, entonces está equivocado” , sostuvo Bush antes de la publicación del documento.