Oslo. AFP, AP y EFE. En una decisión aplaudida en todo el mundo, y cien años después del primer ataque químico, el Premio Nobel de la Paz recayó ayer en manos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) , un órgano que trabaja hoy en destruir ese tipo de arsenal en Siria.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó el hecho de que la concesión del Nobel de la Paz a la OPAQ se haya producido 50 días después del ataque con armas químicas registrado cerca de Damasco , capital siria.
“Los tratados y la labor de la OPAQ han logrado que se defina el uso de armas químicas como un tabú bajo las leyes internacionales”, indicó el comité noruego que otorga el Nobel, en Oslo. “Hechos recientes en Siria, donde las armas químicas han sido usadas de nuevo, han subrayado la necesidad de aumentar los esfuerzos por acabar con tales armas”, agregó.
La OPAQ, con sede en La Haya, supervisa la aplicación de la Convención de Armas Químicas (CAQ) , firmada el 13 de enero de 1993 en París y que entró en vigor el 29 de abril de 1997.
El galardón fue anunciado tres días antes de que Siria se una oficialmente como Estado miembro del grupo. Los inspectores de la OPAQ se encuentran ya en Damasco en una misión de desarme, respaldada por la ONU, para verificar y destruir el arsenal de gas venenoso y agentes neurológicos del presidente Bashar al-Asad.
El director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, dijo que el galardón fue un reconocimiento a la labor del grupo en pro de la paz mundial en los últimos 16 años.
“Los acontecimientos en Siria son un trágico recordatorio de que falta mucho trabajo por hacer”, expresó Uzumcu más tarde a la prensa en La Haya. El director anunció que los 1,2 millones de dólares correspondientes al premio se usarán “para alcanzar las metas” de la Convención; o sea, en la eliminación de las armas químicas.
Todo apunta a Siria. Al dar el Nobel de la Paz a una organización internacional, el comité quiso destacar la demoledora guerra civil de Siria, ahora en su tercer año, sin tomar partido alguno con los grupos envueltos. En esa lucha han muerto unas 100.000 personas y millones de sirios se han visto obligados a huir de sus casas y de su país.
Los investigadores de la ONU especializados en crímenes de guerra acusaron al gobierno de al-Asad y los insurgentes de cometer atrocidades, aunque indicaron a principios de año que la escala e intensidad de los abusos de los rebeldes no iguala la del régimen.
La reacción en Siria a la decisión del comité que entrega el premio se polarizó notablemente.
Louay Safi, figura prominente en el principal bloque opositor, consideró que el Nobel es “un paso prematuro”. “Si este premio es visto como ejemplo de que las inspecciones de armas químicas promoverán la paz en Siria, esa es una percepción equivocada”.
Fayez Sayegh, un legislador del Partido Baaz, del presidente al-Asad, dijo que el premio subraya “la credibilidad” del gobierno de Damasco. Agregó que Siria está dando un ejemplo a países que poseen armas químicas o nucleares.
Deudas pendientes. En el pasado, siete naciones –Albania, India, Irak, Libia, Rusia y Estados Unidos, junto con un país identificado por la OPAQ solamente como un “Estado parte”, pero que se cree es Corea del Sur– han declarado tener arsenales de armas químicas y han estado o están en proceso de destruirlos.
Sin embargo, el comité destacó que algunos países no han cumplido con el plazo de abril del 2012 para destruir sus armas químicas.
“Esto es aplicable especialmente a Estados Unidos y Rusia”, declakaró el presidente del comité del Nobel, Thorbjoern Jagland.
“Tengo que reconocer que existen retos particulares. Tienen enormes inventarios de armas químicas”, añadió Jagland.
“Es importante que hagan todo lo que puedan, tan pronto como puedan”, continuó.
Tras el ataque del 21 de agosto con armas químicas que mató a centenares en Siria, al-Asad encaró la posibilidad de ser atacado por Estados Unidos. Para evitarlo, reconoció tener armas químicas y su gobierno firmó con premura la Convención de Armas Químicas y permitió a los inspectores de la OPAQ entrar en el país.
Siria pasará a ser el lunes miembro oficial de la organización.