París. AFP. El Opus Dei, poderoso grupo católico conservador nacido en España y acusado de derivaciones sectarias, enfrentará en setiembre un juicio en Francia, en un proceso inédito, a raíz de una demanda interpuesta por una antigua adepta de la organización.
Después de nueve años de investigaciones, dos miembros del Opus Dei y de una asociación considerada cercana a la Obra, la Asociación Cultural Universitaria y Técnica (ACUT), comparecerán ante el Tribunal Correccional de París el 22 y 23 de setiembre por “retribución contraria a la dignidad” y “trabajo encubierto”.
La demanda la puso una mujer identificada como Catherine T., quien afirma que en 1985 ingresó sin saberlo al Opus Dei al entrar en una escuela del norte de Francia para seguir una formación de empleada de hotel.
A la entonces adolescente se le asignó una “preceptora” que en realidad era una “directora de conciencia” y en 1987 la obligaron a hacer los votos de la Obra: obediencia, pobreza y castidad, según afirma.
Catherine T. se volvió entonces “numeraria auxiliar”; es decir, encargada de tareas domésticas.
Por 13 años, la joven tuvo contratos de trabajo en organismos o asociaciones que, según su abogado, Rodolphe Bosselyt, dependían directamente del Opus Dei.
La ACUT, en su defensa, afirma que solo reconoce un “vínculo espiritual” con la Obra.
Reclamos. Catherine T. afirma que siempre debió limpiar, ordenar y servir todos los días de 7 a. m. a 9 p. m., sin vacaciones o salario digno, incluidos fines de semana, y asegura que fuera del trabajo siempre estaba acompañada por alguien de la Obra.
Incluso, cuando una vez fue a un médico, se eligió a uno del Opus Dei, quien le prescribió calmantes.
Su calvario concluyó cuando en enero del 2001 sus padres lograron recuperarla en un fin de semana familiar que le concedía el Opus Dei. En ese momento, la mujer tenía 29 años y afirma que pesaba 39 kilos.
A fines del 2001, la mujer presentó la demanda ante la Justicia francesa. Su abogado denunció “manipulación mental”, “condiciones de trabajo embrutecedoras” y “situación de dependencia económica”.
El abogado de la ACUT, Thierry Laugier, rechaza tales acusaciones y afirma que “no hay nada de eso en el expediente”. En un comunicado, el Opus Dei afirma que no está implicado en los cargos y que “no tiene nada que reprocharse”.