Washington. AFP. El presidente estadounidense, Barack Obama, se vio obligado a anunciar el envío de 1.200 soldados adicionales de forma temporal a la frontera con México, ante reclamos de mayor seguridad en la zona y una fuerte batalla política interna que hipoteca una reforma migratoria.
Obama se comprometió a llevar a cabo una reforma migratoria integral que legalice a los 11 millones de indocumentados que tiene el país, la mayor parte hispanos, pero ha reconocido que para eso necesita el apoyo de los republicanos en el Senado, quienes exigen primero mayor seguridad en la frontera.
El mandatario enviará de forma temporal a los 1.200 soldados de la Guardia, que se unirán a los más de 300 ya en la zona, para realizar misiones antidrogas, mientras se entrena personal de agencias civiles.
Las desavenencias de Obama con los senadores republicanos sobre el tema quedaron de manifiesto en una reunión el martes en el Congreso, durante la cual el mandatario les pidió cooperar en el estudio de una reforma migratoria.
La medida de Obama se anunció una semana después de la visita a Washington del presidente mexicano, Felipe Calderón, quien clamó por mayor cooperación en la lucha contra el narcotráfico.