Bushehr, Irán. AP. Ingenieros iraníes y rusos comenzaron hoy la carga de combustible a la primera planta nuclear de Irán, un hecho memorable en momentos en que Teherán sigue adelante con su programa atómico a pesar de las sanciones de la ONU.
La operación de una semana de duración para cargar combustible de uranio al reactor de la planta de energía eléctrica de Bushehr en el sur de Irán es el primer paso en la activación de una instalación que Estados Unidos esperaba evitar por temores sobre las ambiciones nucleares de Teherán.
El jefe del programa nuclear de Irán calificó a la planta como “un símbolo de la resistencia y paciencia iraní” y dijo que demostró que las metas nucleares del país son enteramente pacíficas, una aseveración que muchos gobiernos alrededor del mundo ponen en dura seriamente.
“A pesar de toda la presión, sanciones y adversidades impuestas por las naciones occidentales, estamos ahora presenciando la activación del mayor símbolo de las actividades nucleares pacíficas de Irán”, expresó Alí Akbar Salehi a reporteros dentro de la planta.
Rusia, que ayudó a terminar la construcción de la planta, prometió custodiar las instalaciones e impedir que el combustible nuclear procesado sea canalizado a un posible programa de armamentos.
Después de años de retrasar su terminación, Moscú asevera que cree que el proyecto Bushehr es esencial para convencer a Irán de que coopere con los esfuerzos internacionales para asegurar que este país no desarrolle la bomba nuclear.
Estados Unidos, aunque ya no se opone formalmente a la planta, no está de acuerdo con la postura rusa y señala que Irán no debería ser recompensado mientras continúa desafiando las exigencias de la ONU de que detenga el enriquecimiento de uranio, un proceso utilizado para producir combustible para plantas nucleares, pero que también puede ser utilizado en producción de armas.
Hoy, fue llevado un primer camión cargado con combustible desde un sitio de almacenamiento a una piscina de combustible dentro del edificio del reactor, bajo la mirada de observadores de la Agencia de Energía Atómica de la Organización de Naciones Unidas.
En las dos semanas próximas, 163 montajes de combustible -equivalentes a 80 toneladas de combustible de uranio- serán colocados dentro del edificio y posteriormente dentro del centro del reactor.
Tardará otros dos meses para que el reactor termal de 1.000 megavatios comience a enviar electricidad a las ciudades iraníes.