Libyan rebels sit on their tank as they going forward to battle against pro-Moaamar Gadhafi fighters, in the town of Brega, east of Libya, on Wednesday, March 2, 2011. Regime opponents battled forces loyal to Libyan leader Moammar Gadhafi who tried Wednesday to retake a key oil installation in a counteroffensive Wednesday against the rebel-held eastern half of the country. At one point in the flip-flopping battle, anti-Gadhafi fighters cornered the attackers in a nearby seaside university campus in fierce fighting that killed at least five. (AP Photo/Hussein Malla) (Hussein Malla)
La oposición libia llamó, por su parte, a Naciones Unidas a autorizar ataques aéreos en ciertos puntos contra las fuerzas de Gadafi.
“Llamamos a las Naciones Unidas y a cualquier organismo internacional responsable a autorizar bombardeos contra las posiciones y los feudos de los mercenarios”, declaró el portavoz de los disidentes, Abdel Hafiz Ghoqa en Bengasi (bastión de la rebelión, 1.000 km al este de Trípoli).
La oposición, que pasó de ser un movimiento insurreccional a formar un gobierno paralelo, pensaba hasta ahora que una intervención extranjera podía afectar a su movimiento.
Desde El Cairo, la Liga Árabe afirmó que, pese a que se opone a una intervención militar, sí podría respaldar la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia para evitar al Ejército libio sus ataque áereos contra civiles.
“Estamos lejos de tomar esa decisión”, advirtió la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Gadafi, de 68 años, en el poder desde 1969, pronunció en Trípoli un discurso en el que avisó que habrá miles de muertos si hay intervención extranjera; insistió en que nunca se irá de Libia y juró que sus fieles resistirán “hasta el último hombre y última mujer”.
“Gadafi no tiene función oficial para renunciar. Gadafi es un símbolo”, agregó el coronel cuyo único título es el de “guía de la revolución”, al conmemorar el 34 aniversario de la instauración de la “Jamahiriya” (Estado de las Masas Árabe, Popular y Socialista) ante un auditorio que lo ovacionó.
Luego acusó a la red terrorista al-Qaeda como responsable de la rebelión y amenazó con sustituir a las petroleras occidentales por firmas de China e India.
Gadafi negó la existencia de manifestaciones en el país, a pesar de que los insurrectos controlan varias ciudades y regiones.
Los combates dejaron al menos una decena de muertos, según un balance inicial efectuado a partir de testigos y fuentes médicas. La aviación de Gadafi bombardeó un depósito de municiones cerca de Ajdabiya. Esta ciudad y Brega son puntos estratégicos para cualquier plan de marcha sobre Trípoli.