París. AFP. La Policía francesa buscó ayer a otros sospechosos tras la detención de once personas en una redada el sábado contra un grupo islamista radical , presunto autor de un atentado y de otros proyectos de atentados antisemitas.
El ministro del Interior, Manuel Valls, anunció que habrá “sin duda” nuevas detenciones. Tras el arresto de once personas el sábado en distintas ciudades de Francia, la mitad en Cannes.
El presunto líder de ese grupo, Jérémie Louis-Sidney, de 33 años y convertido al islam, murió en la operación, tras recibir con arma en mano a los policías que iban a detenerlo a su casa de Estrasburgo.
Sus huellas de ADN fueron halladas en el seguro de una granada lanzada el 19 de setiembre contra una tienda de alimentos kosher de Sarcelles, en París, donde vive una importante comunidad judía.
La Policía trata de saber qué proyectos tenía el grupo, del que varios miembros vivían en Cannes.
Durante los registros, la Policía encontró 27.000 euros en efectivo, municiones y documentación con blancos para futuros ataques, incluyendo una lista de asociaciones judías de la periferia de París.
También se encontraron cuatro testamentos, entre ellos el de Louis-Sidney, en los que se invoca a Alá y da a entender su voluntad de morir como mártir.
El perfil de los detenidos, en su mayoría nacidos en los años 1980 y 1990, indica que nacieron en Francia, varios de ellos se convirtieron al islam y algunos fueron condenados por delitos comunes antes de radicalizarse. Es el caso de Louis-Sidney, fue condenado a dos años de prisión en el 2008.
El ministro del interior habló de “terrorismo interno”, e insistió en el hecho de que se trata de franceses e hizo hincapié en el adoctrinamiento realizado en prisión, por Internet o por la televisión satelital del mundo musulmán.
Valls estimó que hay en Francia “varias decenas, varios centenares de individuos capaces de organizarse” como el grupo de Cannes. Sin embargo, “son individuos muy móviles, que se sienten vigilados (...) y que utilizan poco sus teléfonos celulares”, agregó.