Washington. Con el tiempo en su contra, los líderes del Congreso acordaron ayer que empleados federales revisen a los pasajeros y el equipaje en los aeropuertos.
De esta forma, la ley de seguridad aérea se podrá aprobar hoy viernes con el voto de los legisladores, tras los atentados perpetrados en Estados Unidos el pasado 11 de setiembre.
"Estamos contentos de, ocho semanas después de los atentados, lograr un acuerdo que es una victoria para el pueblo estadounidense. Habrá agentes federales en casi todos los aeropuertos y se eliminará un fallido sistema de seguridad privado", aseguró el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Richard Gephardt.
Diez legisladores de ambas cámaras, que desde hace dos semanas debatieron cómo mejorar la seguridad en los aeropuertos y vuelos comerciales, acordaron que, en un plazo de dos años, 28.000 empleados federales se encargarán de la revisión en los aeropuertos.
Los aeropuertos se mantendrían dentro de ese sistema por tres años pero, bajo el acuerdo, se crearía un programa piloto que combinaría inspectores de los sectores público y privado.
Detalles
La ley ordena el uso de agentes armados en los vuelos, el reforzamiento de las cabinas de los pilotos, la revisión de todas las maletas y una cuota de hasta cinco dólares por viaje para costear los nuevos gastos de seguridad.
También estipula que el Departamento de Transporte dirija la seguridad en el transporte aéreo. Hasta ahora, las aerolíneas contratan a empresas privadas para esas funciones, pero los demócratas destacaron los fallos de seguridad para insistir en el uso de los empleados federales.
Desde hace dos meses, tanto el Gobierno como las aerolíneas tomaron rigurosas medidas de seguridad en los poco más de 400 aeropuertos en el país, principalmente mediante el uso de máquinas para detectar artefactos peligrosos.
Las aerolíneas han comenzado a reforzar las cabinas de los pilotos. United Airlines, la segunda más grande de Estados Unidos, informó ayer de que, con la venia del Gobierno, instalará dispositivos de descargas eléctricas dentro de las cabinas de los pilotos en sus 500 aviones contra posibles asaltantes.