Bagdad (AFP). Al menos 35 personas murieron y 28 resultaron heridas en un doble atentado perpetrado hoy en Taji, al norte de la capital de Irak, que vivió en junio su mes más mortífero en lo que va de año.
Según oficial de policía de esta localidad de mayoría sunita, un "coche conducido por un kamikaze estalló contra la puerta principal del recinto de la municipalidad donde se celebraba una importante reunión para tratar de mejorar los servicios públicos locales".
"El alcalde, jefes tribales y miembros de los servicios de seguridad estaban presentes cuando se produjo la primera explosión", dijo. Cuando las personas comenzaban a afluir, otro kamikaze activó sus explosivos en medio de la multitud provocando numerosas víctimas.
Según una fuente del ministerio del Interior, "35 personas murieron y 28 quedaron heridas en el doble atentado de Taji".
El oficial de policía desconoce si hubo víctimas entre los participantes a la reunión.
Anteriormente, el portavoz de la Comandancia de operaciones de Bagdad, había anunciado que "dos atentados, uno con coche bomba y otro con bomba, tuvieron lugar simultáneamente contra una oficina que entrega documentos de identidad y contra la sede del consejo municipal, provocando numerosas víctimas".
El atentado se produjo a las 12:00 p.m. (3:00 a.m. hora de Costa Rica), había precisado el general Qasem Ata.
Anoche, disparos de cohetes provocaron cinco muertos y siete heridos cerca del hotel Rachid, en la Zona Verde, un sector ultraprotegido de Bagdad, según el general Atta. El cohete cayó sobre casas prefabricadas donde viven familias de los empleados del hotel.
"Un cohete Katiusha cayó a las 9:00 p.m. (12:00 p.m. hora de Costa Rica) en el terreno aledaño al hotel Rachid donde viven los empleados en casas prefabricadas", informó. "Cinco personas murieron y 25 caravanas fueron destruidas".
Dos hombres fueron detenidos en el distrito chiita de Zafraniya, en el sur de Bagdad, después del atentado, agregó. Otro cohete Katiusha, un lanzacohetes y una cámara de vídeo fueron confiscados.
Por otro lado, junio fue el mes más mortífero desde el comienzo del año, tanto para los iraquíes como para los soldados estadounidenses que en principio deben dejar el país al final de 2011.
En junio, 271 iraquíes murieron en atentados, de los cuales 155 civiles, 77 policías y 39 soldados, según cifras recogidas por los ministerios de Salud, Defensa e Interior.
Se trata de un aumento de 34% con respecto a mayo y hay que remontarse a septiembre de 2010 para encontrar un balance peor, con 273 muertos.