Israelíes corren a cuartos blindados al sonar las alarmas de bombas

Tel Aviv. “Primero, se los comento para no asustarlos, pero es importante que todos sepamos cómo actuar en caso de que suene la sirena que indica que se debe ir al cuarto de refugio por el riesgo de un misil”.

Eso le decía un israelí a un grupo de turistas en la ciudad de Tel Aviv, la tarde de este jueves cuando se conoció el intercambio armado entre el Ejército de Israel y las autoridades palestinas en Yenín, un campo de refugiados ubicado al norte de Cisjordania, en el que fallecieron 10 personas y 16 resultaron heridos.

Israel es un país que vive bajo una ansiedad constante. Aunque los habitantes no lo reflejan. Los ciudadanos del centro del país viven su día a día con una aparente normalidad, aunque Yenín, Jerusalén y la Franja de Gaza son sedes de enfrentamientos en las últimas 48 horas.

Palestina respondió en Jerusalén, en una sinagoga al norte de la ciudad, donde murieron siete personas, según un comunicado de las autoridades israelíes.

Ante este panorama, los ciudadanos saben qué hacer en caso de que este enfrentamiento suba un par de rayas y las ciudades más pobladas vean comprometida su seguridad.

Los cuartos de refugios son una estructura que toda construcción debe contemplar en sus planos. Es lo primero que se debe tener en cuenta.

Este recinto debe ser construido con concreto prensado para soportar un eventual ataque. Tiene agua y calefacción en su interior. Además, filtros de aire para prevenir un ataque químico. Sin olvidar, las puertas y ventanas de acero, muy pesadas, por cierto. Y los vidrios son blindados.

Estas características son las que se deben respetar en cualquier construcción, desde una escuela, un edificio o cualquier otra estructura que se pueda imaginar. Tiene un valor aproximado a los $10.000

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Para Israel, la seguridad de su nación es la principal prioridad.

En este país de Medio Oriente, la solidaridad se hace presente. En caso de que ocurra un bombardeo y suene la alarma que indica que se aproxima un misil, y usted se encuentra en media Tel Aviv, tiene 60 segundos para ocupar un cuarto de refugio. Si está en otras ciudades aledañas, tiene minuto y medio y en las cercanías de Gaza, solamente 10 segundos.

Mientras los medios israelíes informaban de lo sucedido en Yenín (al norte del país, en Cisjordania), la vida nocturna en Tel Aviv no se inmutaba por lo sucedido.

Sus calles tenían el flujo normal de autos y los habitantes caminaron de regreso a casa por las aceras esquivando a quienes se trasladaban en “monopatines”.

Las sirenas solo sonaron en las cercanías de Yenín y en la frontera con la Franja de Gaza.

Nadie se responsabiliza de los atentados

¿Quién provocó los atentados de los últimos dos días? Es una pregunta que no tiene respuesta. Los israelíes consideran que ellos debieron realizar el operativo porque su servicio de inteligencia tenía conocimiento que este grupo de personas abatidas realizarían un atentado en su nación.

Por su parte, Palestina informa de que fue una masacre israelí en su territorio.

Lo cierto es que la intervención en Yenín es la intervención más letal en la zona desde el año 2005, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Lo que sucedió este jueves al norte de Israel tuvo su repercusión en el sur.

Desde la Franja de Gaza se dispararon misiles hacia territorio israelí en horas de la noche, lo que obligó al ejército de Israel a desplegar su cúpula de hierro para interceptar los disparos aéreos.

Este viernes, poco antes del inicio del Shaba (el sagrado sétimo día para los judíos) ocurrió un atentado en Jerusalén del este, en una sinagoga en la que se realizaba un Shabat Jatán, una celebración judía previo a una boda.

Allí murieron siete israelíes y el autor murió al ser atacado por las autoridades del país.

Hasta este momento, nadie se achaca la autoría de lo sucedido. Palestina guarda silencio y Hamas “bendice el atentado de esta tarde en Jerusalén en manos de Khairy Alkam”.

La organización terrorista también declaró que los “palestinos seguirán atacando al enemigo”.

Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, quien se encontraba en Jerusalén, condenó lo sucedido.

“Estamos tras uno de los peores ataques que conocemos en los últimos años. Nuestros corazones están con los familiares de los asesinados y, por supuesto, con los heridos, deseamos pronta recuperación. Quiero elogiar a los policías que actuaron rápidamente con valentía y un ingenio excepcional. Llegaron en minutos, pero los minutos a veces son demasiado tarde”, dijo Netanyahu.

El terrorista que llevó a cabo el grave ataque en Jerusalén, Alkam Khairi, publicó en 2020 en sus redes sociales: “Un buen francotirador en el lugar correcto es mejor que mil soldados en el campo de batalla”.