La Habana AP Las FARC pidieron el miércoles al gobierno de Juan Manuel Santos que acepte un cese del fuego bilateral en momentos en que se registra una escalada de la violencia en Colombia y cuando se cumplen dos años y medio del diálogo de paz en la capital cubana.
“Con profundo sentimiento de patria, hoy desde La Habana y desde las montañas y barriadas humildes de Colombia, las FARC-EP ponemos de lado las desavenencias. Una vez más nos manifestamos por un acuerdo de cese bilateral del fuego que traiga alivio y nuevas esperanzas a nuestro pueblo”, expresó Joaquín Gómez.
“Todo es cuestión de voluntad política”, agregó Gómez, al leer un comunicado en el comienzo de un nuevo ciclo de las conversaciones de paz que las FARC y el Gobierno colombiano adelantan en La Habana.
El martes, Santos manifestó en Oslo, Noruega, que casi tres años de negociaciones comenzaban a ser demasiado largos. “Por eso , estoy tan interesado en acelerar el proceso” de paz.
Las conversaciones no pasan por su mejor momento y en Colombia se han multiplicado los ataques de la guerrilla.
Las autoridades atribuyeron ayer a las FARC un atentado contra el segundo oleoducto más importante del país, y un ataque contra una patrulla militar en el suroeste que dejó cuatro muertos y cuatro heridos.
El Ejército informó de que entre la tarde y la noche del martes hubo dos ataques con explosivos a la estructura del oleoducto Caño Limón-Coveñas, el segundo más importante del país, con 780 km de extensión.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) suspendieron el 22 de mayo el alto el fuego unilateral que habían decretado en diciembre del 2014 después de un ataque del Ejército que le costó la vida a unos 27 rebeldes .
El proceso entre el gobierno de Santos y las FARC comenzó en noviembre del 2012 y hasta la fecha han logrado acuerdo en tres puntos.
Estos puntos en los que se ha logrado un acuerdo parcial son los problemas de tierra, la participación política de la guerrilla y el combate al narcotráfico.
Por otra parte, hace unas semanas ambas partes acordaron trabajar para desminar en conjunto algunas poblaciones rurales, una primera experiencia de este tipo.