Bogotá. Trece combatientes y civiles murieron en un enfrentamiento entre la guerrilla ELN, que negocia la paz, y disidencias de las FARC la semana pasada en un paraje del suroeste de Colombia, en una disputa por narcotráfico, informó el martes la Defensoría del Pueblo.
Se trata del peor choque que involucra a civiles desde la firma de la paz con el ahora partido político FARC, en noviembre del 2016, y del inicio de la tregua con los rebeldes del ELN hace dos meses.
La Defensoría, que vela por los derechos humanos, elevó la cifra de fallecidos a 13, luego de que el Ejército informó en un principio de la muerte de cuatro personas durante un combate entre ambos grupos en el municipio de Magüi Payán, departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
Defensoría del Pueblo confirmó 13 muertos en Magüí Payán https://t.co/qYmD8lbMMt Vía @elcolombiano
— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) December 5, 2017
Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y miembros del grupo Resistencia Campesina, conformado por presuntos disidentes de las FARC, se enfrentaron el lunes 27 de noviembre en este caserío colombiano, indicó el defensor Carlos Negret a la prensa.
“El ELN llegó a estas veredas a tomar las armas de la Resistencia, y al no permitirlo la Resistencia Campesina, se inició un cruce de disparos que dejó como consecuencia el homicidio de 13 ciudadanos”, agregó.
Negret sostuvo que el enfrentamiento es una violación al cese al fuego pactado entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el marco de los diálogos de paz desarrollados en Quito y que entró en vigor el 1 de octubre y finaliza el 9 de enero.“Esto totalmente atenta contra el mismo”, dijo.
La Defensoría aseguró que no está claro cuántos de los muertos eran civiles, pero entre los fallecidos hay una mujer embarazada y un hombre con discapacidad mental.
Además, denunció que los rebeldes del ELN capturaron a un supuesto miembro de Resistencia Campesina, Wilman Haney Ortiz Bolaños, hermano de uno de los muertos.
“En este momento la comunidad está confinada, con temor”, y no puede cazar, ir al colegio o transitar libremente, señaló el defensor.
.@DefensoriaCol denuncia que comunidad de #MagüíPayan está confinada https://t.co/m4ak34FIF1 pic.twitter.com/QUljcXGLQs
— Noticentro 1 CM& (@CMILANOTICIA) December 5, 2017
Tregua en peligro
El ELN, último grupo rebelde reconocido por el gobierno, expresó el lunes que la prórroga de la tregua estaba “en riesgo” por “graves hechos” ocurridos en las últimas semanas, entre ellos supuestos ataques militares a sus campamentos.
“Este es un cese al fuego que a diferencia del de las FARC, no es verificable porque no contuvo la intención de concentrar a los guerrilleros” en lugares específicos, explicó el analista Camilo Echandía.
En la mesa de diálogos de Quito se pactó que la Iglesia católica y la ONU verificaran el silencio de los fusiles, una labor compleja por la geografía colombiana y la lejanía de las zonas en conflicto.
Según este profesor de la Universidad Externado de Colombia, “en la práctica” la tregua “no existe” por la ausencia de una unidad de mando en el ELN, que a diferencia de las comunistas FARC tienen una estructura federal.
“El cese al fuego realmente no ha cambiado” la tendencia de los ‘elenos’ de expandirse y enfrentarse con grupos armados en zonas de narcotráfico, apuntó.
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Miembros del Frente Omar Gómez, del Ejército de Liberación Nacional (ELN), formados en un campamentos en las riberas del río San Juan, departamento de Chocó.
Los rebeldes consideran como violaciones a lo pactado la muerte de seis campesinos en una protesta cocalera también en Nariño, el departamento con más narcocultivos del país, en una acción que en principio compromete a la fuerza pública.
Antes de lo sucedido en Magüi Payán, el fallecimiento de los seis cocaleros era el choque con más muertos tras la firma de la paz con las FARC.
La guerrilla guevarista, en tanto, está envuelta en el asesinato de un gobernador indígena durante la tregua, un crimen que reconoció y por el que pidió perdón.
Magüi Payán es un municipio de unos 23.000 habitantes que forma parte de un corredor estratégico para el tráfico de drogas y la minería ilegal.