Santiago
La Cámara de Diputados de Chile aprobó la noche del miércoles una reforma al sistema electoral binominal -herencia de la dictadura de Augusto Pinochet- por uno proporcional que mejora la representatividad, y que será votado ahora en el Senado.
Con la nueva ley, el Senado aumentará de 38 a 50 senadores, y la Cámara de Diputados de 120 a 155 integrantes, incremento que se financiará mediante una redistribución de los gastos actuales del Congreso, por lo que, según el gobierno, no supondrá gastos adicionales.
La norma pasará a ser discutida ahora en el Senado, donde todavía puede ser modificada, y el gobierno deberá buscar apoyos para aprobarla.
El proyecto recibió 86 votos a favor y 28 en contra para los artículos que requerían quórum de 68 diputados; y en el caso de los artículos que necesitaban una aprobación de las tres quintas partes de los legisladores (71 diputados), fueron ratificados por 88 votos a favor, 27 en contra y 2 abstenciones, informó la Cámara.
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El sistema de elección binominal en Chile ha impedido una representación parlamentaria más acorde a la voluntad popular. (Archivo)
Obstáculo a democracia. El sistema actual, por el que son elegidos dos parlamentarios en cada circunscripción, ha favorecido la formación de dos grandes bloques, excluido minorías políticas y frenado grandes cambios en los últimos veinte años por la necesidad de altos quórums para su aprobación.
"Llevábamos muchos años en que aquellos partidos que sacaban menos votos empataban la elección y teníamos un Congreso que no era representativo de la voluntad de la gente, que permitía que una minoría obtuviera un número de parlamentarios suficientes para vetar en el Parlamento cualquier cambio", señaló este jueves a radio Cooperativa el presidente de la Cámara de Diputados, el demócrata cristiano Aldo Cornejo.
La ley incluye una cuota de género de al menos 40% de mujeres en las listas parlamentarias abiertas de cada partido (tanto en primarias como en elecciones parlamentarias), e incentivos económicos tanto para las candidatas elegidas como para los partidos con mujeres parlamentarias electas.
Sobre el financiamiento de las campañas electorales, los aportes deberán ser públicos y no podrán ser realizados por personas extranjeras, a menos que estén habilitadas para votar en Chile.
El proyecto es rechazado por la ultraderechista Unión Democrática Independiente (UDI), uno de los partidos que resultaría más perjudicado con la reforma según analistas, y que critica el aumento de costos que a su juicio representará el cambio de sistema.
Con el cambio del sistema electoral, la presidenta Michelle Bachelet suma otro desafío en su programa de reformas profundas con el que pretende abrir un nuevo ciclo político, que incluye una reforma tributaria, otra educacional y una nueva Constitución elaborada en democracia.