Saná. AFP. Los aviones de la coalición que encabeza Arabia Saudí lanzaron ayer nuevos bombardeos contra los rebeldes chiitas en Yemen, pese a haber anunciado, la víspera, el fin de la campaña aérea de apoyo a las fuerzas leales al presidente yemení.
El martes por la noche, Arabia Saudí declaró el fin de la campaña aérea de la coalición que dirige, mas se reservó el derecho de bombardear de nuevo si consideraba que se producían movimientos sospechosos por parte de los rebeldes.
Los bombardeos del miércoles estaban destinados a ayudar a una brigada blindada, fiel al jefe de Estado exiliado Abdo Rabu Mansur Hadi, después de que su campamento en Taez fue tomado por los insurgentes.
Otros ataques apuntaron contra una formación y dos posiciones insurgentes, también cerca de Taez, y contra una formación de hutíes en Wahat (sur), señalaron fuentes militares.
En una primera reacción al anuncio de Arabia Saudí, los chiitas exigieron ayer el fin total de los golpes aéreos, el levantamiento del bloqueo y una negociación auspiciada por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Tras un fin completo de la agresión contra Yemen y el levantamiento del bloqueo (aéreo y marítimo), exigimos que se reanude el diálogo político, en el punto en el que se interrumpió (...), bajo el auspicio de Naciones Unidas”, declaró Mohamed Abdelsalam, portavoz de los rebeldes hutíes, en un comunicado.
En este sentido, el embajador de Arabia Saudí en Estados Unidos, Adel al-Jubeir, advirtió de que su país responderá si hay “acciones agresivas” de parte de los rebeldes hutíes.
Además, el comunicado de los insurgentes también celebró “los esfuerzos positivos” de las Naciones Unidas y su “apoyo declarado al diálogo nacional”.
El miércoles, los chiitas liberaron al ministro de Defensa, a un hermano del presidente Hadi y a un oficial del Ejército, capturados el 25 de marzo en el sur del país, según dijo a la AFP una fuente próxima a la mediación.
Solución política. En el plano internacional, el fin de la campaña aérea se celebró en Washington y Teherán, que pidieron relanzar las negociaciones para llegar a una solución política.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, respaldó el anuncio y pidió el fin de los combates “lo antes posible”.
También lo hizo el expresidente Alí Abdalá Saleh, aliado de los hutíes, que, según su partido, llamó a volver al diálogo.
En un discurso transmitido por la televisión saudí, el presidente Hadi, refugiado en Riad, prometió “la victoria”. “Pronto regresaremos a nuestra patria, a Adén y Saná”, afirmó.
Según el Ministerio saudí de Defensa, la campaña aérea ha logrado “eliminar con éxito las amenazas que pesaban sobre la seguridad de Arabia Saudí y de los países vecinos”.
Pero, a pesar del éxito proclamado por las autoridades de Riad luego de una operación de cuatro semanas cuyo objetivo era restaurar la autoridad del presidente Hadi, la capital, Saná, seguía en manos de los rebeldes este miércoles y proseguían los combates en el sur.
En cuanto a la situación humanitaria, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) la calificó de “catastrófica”.
“Al menos 50 personas son ultimadas y unas 500 resultan heridas cada día, y el número de pérdidas humanas aumenta de manera dramática”, declaró desde Ginebra Robert Mardini, quien dirige las operaciones del CICR en Oriente Medio.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el martes de que el sistema sanitario podría hundirse de manera inminente. Según la Organización, 944 personas murieron y 3.487, civiles y militares, resultaron heridos entre el 19 de marzo y el 17 de abril.
Junto con el fin de los bombardeos, la coalición anunció una nueva fase, bautizada como “Devolver la esperanza”, con vistas a reanudar las negociaciones en el país, proveer ayuda humanitaria y “luchar contra el terrorismo” en un país donde al-Qaeda sigue muy activo.