Al presentar su gabinete ayer, Cartes, un acaudalado tabacalero de 57 años, prometió “un gobierno incluyente para todos” y dijo que se propone “responder a la esperanza” de los que lo eligieron y “ganar la confianza” de los que no.
En un gesto para marcar su impronta, Cartes –exdirigente del club de fútbol Libertad– nombró un equipo de gobierno que calificó como “una selección paraguaya”, conformado más por técnicos de vasta trayectoria que por políticos, pasando por alto a los llamados “dinosaurios” o líderes históricos de su partido. “Los conocí a través de su currículum, su historia de vida y por la gran honorabilidad que cada uno de ellos carga en su modelo y en toda su vida”, dijo Cartes.
Cartes , un novato en la política quien votó por primera vez hace tres años, se afilió apenas en el 2009 al Partido Colorado, el cual encontró atomizado después de la histórica derrota en 2008.
Cartes será investido el jueves en sustitución del liberal Federico Franco, quien como vicepresidente pasó a ocupar la primera magistratura para completar el periodo iniciado en 2008 por Fernando Lugo –un exobispo izquierdista que puso fin a 61 años de hegemonía colorada– , destituido por el Congreso en el 2012 por “mal desempeño”.
Cartes aseguró ayer que buscará reducir la pobreza que afecta al 39% de la población, en una entrevista con la AFP. “Somos un país muy rico, pero con gente muy pobre”, afirma Cartes, quien también prometió atacar la desnutrición y el analfabetismo. “Es realmente hiriente, intolerable, ver el estado de abandono en que se encuentran (sus compatriotas)”, expresó.