La jornada electoral en El Salvador culminó con cierre de centros de votación a las 5:00 p.m. Con un padrón electoral de 5.473.305 salvadoreños, todo hace indicar que Nayib Bukele, y partido Nuevas Ideas, dominen por completo la vida política de este país centroamericano.
Las primeras horas de la fiesta electoral estuvieron marcadas por inconvenientes en la conformación de las juntas receptoras de votos y retrasos en la apertura de centros, acompañados de disturbios por parte de algunos votantes.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) oficializó la puesta a cero del sistema informático una hora antes del cierre. Esta acción busca garantizar la transparencia en el procesamiento de resultados preliminares. Ignacio Villagrán, jefe de la Unidad de Sistemas Informáticos del TSE, destacó mejoras en el sistema respecto a elecciones anteriores.
A pesar del desarrollo de la jornada, se reportaron incidentes en distintos centros de votación. En Zacatecoluca, una mujer fue detenida por romper una papeleta, mientras que en Panchimalco, un hombre enfrenta sanciones por intentar votar en estado de ebriedad, infringiendo la Ley Seca.
La oposición, liderada por el presidente de Arena, Carlos Saade, denunció “anomalías” en las elecciones. Saade alegó que las juntas receptoras se conformaron exclusivamente con personal de Nuevas Ideas, el partido oficialista, omitiendo a la sociedad civil. También informó que en consulados habilitados como centros de votación en el extranjero, el personal gubernamental presionaba a los electores para votar por Nuevas Ideas.
La diputada del FMLN, Anabel Belloso, respaldó las denuncias y acusó al partido oficialista de imponer su personal en las juntas de votos, con complicidad del Tribunal Supremo Electoral y la Fiscalía. La situación generó reacciones en redes sociales, con la parlamentaria calificando la situación como “matonería”.
El TSE mantiene un sitio web para revisar los resultados en tiempo real. La controversia respecto a la integridad del proceso electoral resalta la importancia de un escrutinio transparente y el respeto a la participación ciudadana en un proceso democrático.