París (AFP). El socialista François Hollande, gran favorito para la elección presidencial francesa (22 de abril y 6 de mayo), se mostró hoy miércoles inflexible sobre su voluntad de modificar el tratado presupuestario europeo y afirmó que no adaptará su política económica a la "proyección del FMI".
Hollande afirmó que no cuenta "calzar" su política económica con "la de la proyección del FMI", cuya previsión de crecimiento es menos optimista que la suya.
En sus previsiones trimestrales publicadas la víspera, el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que el crecimiento de Francia será en 2013 menor de lo previsto, estimándolo en sólo 1% en 2013, cuando tanto el presidente Nicolas Sarkozy como Hollande prepararon sus programas sobre la hipótesis de un crecimiento de 1,7%.
El actual gobierno francés anunció que mantiene sus previsiones.
"¿Qué dice hoy el FMI? Que Europa tiene el crecimiento más débil del mundo, una recesión en 2012, y que las medidas de austeridad, si son confirmadas, van a agravar no sólo las condiciones del crecimiento, sino que además no permitirán el saneamiento de las cuentas públicas", argumentó Hollande en declaraciones a la emisora France Inter. "¿Y se me pregunta si aumentaría la austeridad? La respuesta es no. No puedo admitir que en nombre de la reducción necesaria de los déficits se apliquen políticas que agravan las condiciones de crecimiento, que no permiten reducir la deuda".
Paralelamente, el candidato socialista reiteró su voluntad de renegociar el tratado presupuestario europeo firmado a primeros de marzo pasado con el objetivo de reforzar la disciplina financiera de los países de la Unión Europea.
"No estoy aislado", recalcó en declaraciones publicadas el miércoles por el diario alemán Handelsblatt.
Sin impresionarse por la actitud de la jefa del gobierno alemán Angela Merkel, que manifestó públicamente su apoyo al candidato de la derecha Nicolas Sarkozy y se negó a recibir al candidato socialista, Hollande tiene la intención, si es elegido, de realizar en Berlín su primera visita al extranjero en tanto que presidente.
"En estos tiempos de gran crisis, Europa necesita a la pareja franco-alemana", argumentó.
Por otra parte, calificó de "operación de comunicación" el proyecto de inscripción en la Constitución de una "regla de oro" que limite la deuda pública, defendido tanto por su rival Nicolas Sarkozy como por la canciller alemana.
"Yo presentaré presupuestos que nos llevarán al equilibrio de aquí a 2017", insistió.
El candidato socialista mantiene pues un objetivo que será sumamente difícil de lograr, dado que -si las previsiones del FMI se confirman- tendrán repercusiones sobre el déficit público francés, que sería del 3,9% en 2013, muy por encima del 3% del PIB fijado en el programa de Hollande.
Y ello en un contexto de dificultades persistentes de la Eurozona que provocaron que el gobierno italiano revisara este miércoles su proyección de recesión económica en 2012, que será de 1,2% en vez del 0,4% previsto previamente, y reconoció que le resultará imposible alcanzar su objetivo de eliminación casi total del déficit presupuestario en 2013.