“De cedro, cedral... de yambo, yambal”. Así fue como Hermes Sánchez, ingeniero civil, logró resolver la inscripción de la marca Yambal en el Registro Nacional hace 47 años, cuando enfrentó el obstáculo de que no le aprobaran el proceso, rememora ahora su hijo Eduardo Sánchez, quien está al frente de la empresa fabricante, donde Menticol es uno de sus productos insignia.
Eduardo recuerda que su papá, ya fallecido, pasó un susto cuando la funcionaria quien tramitaba la inscripción de la marca le indicó que no podía hacerlo porque yambal no tenía ningún significado. A él se le ocurrió readecuar con el cambio de una letra el nombre de una empresa peruana identificada como Yanbal, que aún se dedica a la industria cosmética, .
Pero antes de registrarlo, y de ahí la preocupación, ya estaban impresas 10.000 etiquetas para envases de champú con la marca que luego fue rechazada.
“Mi papá salió asustado del Registro y buscó en un diccionario, encontró la palabra yambo, un fruto que se consume en las Antillas, parecido a la manzana; regresó donde la funcionaria y le dijo: ‘si de cedro, cedral; de yambo, yambal’”.
El interés de don Hermes en el mundo farmacéutico lo traía en las venas, ya que su papá, del mismo nombre, tenía esta profesión. A pesar de una exitosa carrera en el exterior como ingeniero, luego de contraer matrimonio con Martha Mantilla, de origen nicaragüense, decide instalar la empresa, que se especializaría en productos cosméticos.
El último paso para concretar la empresa vino porque Doña Martha provenía de una familia propietaria de una empresa de cosméticos en el vecino país. De esta manera, inició Cosméticos Yambal en 1976.
Entre el portafolio de más de 100 productos, comercializan ungüentos musculares, champú, cremas y lociones para la piel, protectores solares, vaselina, brillantina, crema de rosas, aceites para masajes y una línea veterinaria, explica Eduardo, el menor de tres hermanos. Ana Catalina y Martha Eugenia, sus hermanas, trabajan en su empresa personal y en el ámbito musical, respectivamente.
El auge del ‘Menticol’
Uno de los productos emblemáticos de la empresa es el Menticol, una mezcla de alcohol al 70% y alcanfor que inicialmente se utilizaba para aliviar el dolor de cabeza, tratar los pies cansados y las picaduras de insectos. En los últimos cuatro años, tomó auge por su uso en las barberías, como loción antiséptica y refrescante.
Eduardo explica que la fórmula de Menticol fue comprada en Panamá por su papá y un amigo, quien posteriormente le cedió todos los derechos. Después de varias décadas en el mercado, a partir de 2019, el producto incrementó sus ventas por el uso en las barberías, lo que el empresario considera un ejemplo de readaptación de la marca al tener su propio nicho de mercado.
La historia de esta loción antiséptica se remonta a casi un siglo atrás. Según el sitio web de la perfumería colombiana Lemaitre, Menticol fue creado por Daniel Lemaitre y Enrique Lecompte, originarios de Cartagena, en 1927; posteriormente, la marca fue vendida.
Eduardo dice que Colombia es el lugar de origen del producto, pero es Panamá donde su papá lo conoció por tener auge; de ahí es que inicialmente era importado por los consumidores, hasta que comenzó a fabricarse en el país. Con el tiempo, la empresa enfrentó el contrabando del producto, lo que provocó el declive en las ventas.
Luego vinieron productos similares al mercado, y fue en ese momento que decidieron lanzar una nueva presentación de Menticol para las barberías, logrando buen éxito y recuperando de esta manera los niveles de ventas entre 25% y 30%.
Eduardo, destaca además el próximo relanzamiento del ungüento Hersan, que califica como la primera crema antibiótica de venta libre en el país y que fue creada por su abuelo en 1956.