Adam Neumann, cofundador y exconsejero delegado de WeWork, abandonó este martes su plan para volver a hacerse con la plataforma de alquiler de oficinas y espacios de “coworking” declarada en bancarrota el pasado mes de noviembre.
“Durante varios meses, intentamos trabajar de forma constructiva con WeWork para crear una estrategia que le permitiera prosperar. En lugar de eso, la empresa parece estar saliendo de la quiebra con un plan que parece poco realista y con pocas probabilidades de éxito”, indicó Neumann a la sección económica de The New York Times en declaraciones recogidas por Europa Press.
A finales de marzo, el empresario había remitido una oferta condicionada de compra de entre $500 y $600 millones a través de su nueva firma inmobiliaria Flow Global en coalición con media docena de socios financieros.
No obstante, Neumann confirmó esta mañana que Flow retiró dicha propuesta. El empresario cofundó WeWork junto a Miguel McKelvey en 2010, si bien la abandonó en 2019 tras el fiasco inicial de su salida a bolsa y por las críticas al funcionamiento interno durante su mandato.
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Finalmente, la empresa se declaró en suspensión de pagos al solicitar la protección del Capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos con una deuda de $18.656 millones y unos activos de $15.063 millones. En su cenit, WeWork llegó a estar valorada en hasta $47.000 millones.
En Costa Rica, WeWork inició sus operaciones en febrero del 2020. En julio del 2023, el grupo Garnier & Garnier adquirió la franquicia de la compañía en Centroamérica y el Caribe. Bajo esta figura, operan en el país con total independencia de WeWork Inc. de Estados Unidos
WeWork cuenta con dos edificios que operan en Costa Rica. El primero, instalado en Plaza Real Cariari en Heredia, y el segundo, inaugurado en julio de 2022, ubicado en Escazú Village.
