Ciudad de México. GDA /El Universal La economía mexicana aceleró su marcha en el primer trimestre del 2016 gracias al dinamismo del mercado interno, pero será difícil que mantenga este ritmo de crecimiento en el resto del año, señalan analistas y la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El país enfrenta factores de riesgo a la baja como una mayor inflación, el recorte al gasto público y el menor dinamismo de su principal socio comercial, Estados Unidos (EE. UU.).
Durante el primer trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) reportó un crecimiento de 0,8% respecto al último trimestre del 2015, el incremento más alto cuando menos desde el segundo cuarto del 2014.
Resultado de ello, el incremento anual se ubicó en 2,8% con cifras ajustadas por estacionalidad, y en 2,6% con cifras originales, ambas tasas ligeramente inferiores a las anunciadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi): 2,9% y 2,7%, respectivamente.
“Fue un crecimiento del PIB sorpresivo, más arriba de lo esperado, pero no creo que se vaya a sostener todo el año”, dijo Adrián Muñiz, analista económico de Vector Casa de Bolsa.
“Persisten riesgos a la baja, principalmente por el lado del recorte al gasto público, el consumo se va a desacelerar en parte por una mayor inflación, y la producción manufacturera va a seguir débil por la menor demanda de Estados Unidos, todo ello anticipa que el crecimiento no va a ser consistente así como lo fue al inicio del año”, manifestó Muñiz.
La expansión económica en el primer trimestre va a ser la más alta en el año, debido a que en los próximos meses, los riesgos a la baja se van a acentuar, comentó Mariana Ramírez, analista económica de Banco Ve por Más.
La desaceleración del crédito al consumo, la menor propensión del consumo observable en la confianza del consumidor, el recorte al gasto público y la disminución de los salarios reales ante un posible incremento en la inflación, son riesgos a la baja latentes para el consumo, los cuales podrían materializarse en el segundo semestre de 2016, advirtió.
Por otra parte, la debilidad de la demanda externa, principalmente de Estados Unidos, va a ocasionar una baja en los pedidos de manufacturas mexicanas.
Por grandes actividades económicas, el sector servicios se mantiene como el más dinámico de la economía, con un crecimiento anual de 3,7% en el primer trimestre del año, con base en cifras originales, tasa similar a la del último trimestre del 2015.
Dentro de este sector, la actividad comercial incrementó 3,6%, cifra inferior a 4% del cuarto trimestre del año pasado.
El sector industrial apenas logró un incremento anual de 0,4% en los primeros tres meses del 2016, producto en buena medida de la contracción del PIB minero, que cayó 3,3%.
La construcción alcanzó un crecimiento de 2%, las industrias manufactureras reportaron un alza de 1%, y llama la atención la caída de 6,6% en la fabricación de automóviles y camiones.
El sector agropecuario alcanzó una expansión de 3,1% respecto al mismo periodo del año anterior.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó la meta de crecimiento para este año de un rango previsto de entre 2,6% a 3,6%, a 2,2% y 3,2%, especialmente por el entorno externo complicado.
“El entorno externo complicado es lo que hace que el rango sea menor”, explicó el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela. Señaló que prevalecen los problemas de oferta en el mercado petrolero y el riesgo de un menor crecimiento a nivel global.