El periodo de confinamiento y de reactivación no implicó que la contratación de personal se detuviera en algunos sectores empresariales, aunque la oferta se concentró en las posiciones que requerían calificación, desde un técnico universitario hasta un doctorado, así como idiomas.

La Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) reportó que los sectores corporativos como ciencias de la vida, manufactura avanzada y liviana, y la industria alimentaria mantuvieron su dinámica durante la pandemia. De octubre del 2019 a setiembre del 2020 las multinacionales registraron 15.000 nuevas contrataciones.

Las áreas con mayor demanda fueron soporte técnico, operarios en dispositivos médicos, y personal para finanzas, recursos humanos, servicio al cliente, cadena de abastecimiento, ventas, contabilidad, y distintas ingenierías, entre otros, con y sin experiencia.

Más de la mitad (55%) de las posiciones requerirían personal calificado. “El promedio ponderado de empleos generados por estas empresas es de 45% de personal con menos de secundaria completa”, dijo Pilar Madrigal, directora de asesoría de inversión de Cinde.

La ejecutiva agregó que las empresas multinacionales buscan personal capacitado en áreas relacionadas con ciencia, tecnología, ingenierías, artes y matemáticas (STEAM, por sus siglas en inglés), que requieren calificación universitaria, certificaciones o experiencia, o algún conocimiento en particular a nivel operativo.

Por su parte, datos de Elempleo.com muestran que el 71% de las 10.733 ofertas, realizadas por medio de esta plataforma, entre enero y noviembre de 2020, eran para posiciones que requerían, como mínimo, un técnico universitario. El 29% fue para puestos de operarios y asistentes; una proporción igual solicita tener bachillerato de educación diversificada o técnico medio.

En similares proporciones se encuentran los empleos que exigen idiomas. “El 70% de las plazas que debemos cubrir para nuestros clientes solicitan un segundo y hasta un tercer idioma”, afirmó Natalia Severiche, gerente de ManpowerGroup Costa Rica.

En el caso de Elempleo.com, se aclara que Grupo Nación, al cual pertenece La Nación, maneja la franquicia para Costa Rica y el resto de Centroamérica.

Tendencia recurrente

El Programa Estado de la Nación ha advertido, por medio de dos recientes informes sobre empleo, que el deterioro del mercado laboral, la falta de reformas en educación y la desigualdad que padecen mujeres, jóvenes y trabajadores no calificados impiden aprovechar las oportunidades generadas en la “nueva economía”.

Un reporte de La Nación de abril de 2019 también apuntaba que el 35% de los desocupados era menor de 24 años y no tenía estudios universitarios.

Tanto el volumen como el tipo de posiciones abiertas son insuficientes para las 526.000 personas que se encuentran con problemas de empleo, 21,9% de la población económicamente activa según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Firmas especializadas en contratación como Deloitte, Manpower y PwC confirman que la oferta de vacantes se concentra en atención de llamadas, centros de servicios, finanzas, tecnología, recursos humanos, ingenierías y, más recientemente, de salud física y mental.

Con la pandemia también se incrementaron las ofertas de puestos para expertos de ciberseguridad, análisis de datos y desarrollo de software y aplicaciones.

Patricia Martínez, gerente de Servicios de Recursos Humanos de PwC, indicó que el nivel académico y el idioma multiplica las oportunidades de contratación, pero que se mantiene la brecha entre lo que las empresas necesitan y la formación de las personas que se postulan.

Eugenio del Solar, gerente de Consultoría y Capital Humano de Deloitte, advirtió de que junto al componente técnico que se requiere, por la mayor oferta de empleo en posiciones calificadas, el teletrabajo se convirtió en un atributo imprescindible debido a la pandemia.

El otro factor que está determinando la oferta de empleo y los requerimientos, indicó Del Solar, son los cambios que están generando las empresas (70% en la región), lo que implica esfuerzos para preparar a los colaboradores en las nuevas tecnologías y el diseño de nuevos perfiles laborales en función de las nuevas necesidades.