Washington. AFP. La Corte Suprema de Estados Unidos parecía dudosa, ayer martes, ante la posibilidad de autorizar una demanda colectiva de más de 1,5 millones de empleadas y exempleadas del distribuidor estadounidense Walmart, que acusan a la empresa de discriminación sexual laboral.
La Corte Suprema informará, antes de fines de junio, si la demanda puede proceder.
La cuestión es extremedamente sensible y la sala estaba llena ayer, dado que, sea cual sea la decisión de la mayor jurisdicción estadounidense, nada será como antes en materia de demandas por discriminación entre hombres y mujeres, en las empresas.
Si la mayor instancia judicial de Estados Unidos decide a favor de la parte acusadora, la demanda colectiva más grande de la historia se declarará admisible, e iniciaría un juicio sin precedentes.
Si, por el contrario, la Justicia falla a favor del principal empleador privado del país, la Corte corre el riesgo de estar condenando cualquier otro intento de demanda colectiva por discriminación.
Durante una hora de intenso debate, ayer martes, algunos jueces –en particular las tres mujeres que componen la Corte y su presidente, nombrado por el entonces mandatario George W. Bush– recordaron que “cada semana aparece un artículo sobre nuevos casos de discriminación” en Walmart.
En el 2001, siete empleadas de Walmart presentaron una demanda por discriminación, afirmando “recibir menores salarios que los hombres en puestos comparables, pese a una mejor calificación y mayor antiguedad”.
En el 2007, en primera instancia, un juez federal las autorizó a representar en su nombre a la totalidad de las empleadas de Walmart desde diciembre de 1998, cerca de 1,5 millones de personas.
La decisión fue confirmada en abril del 2010 por el Tribunal de Apelaciones de San Francisco (California, oeste) por estrecha mayoría de seis votos contra cinco y fue apelada por Walmart ante la Corte Suprema.
Se trata de “la mayor demanda colectiva de la historia, por varios grados de magnitud, contra una empresa”, estimó la cadena de distribución en su petición, recordando que están en juego “miles de millones de dólares”.