
En los últimos 30 años, Costa Rica perdió un 9% de las fincas destinadas a la actividad agrícola y pecuaria.
Así lo revelaron los primeros datos del Censo Nacional Agropecuario 2014, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según la información preliminar difundida, fueron contabilizadas un total de 93.007 fincas. La última vez que se había realizado el estudio, en 1984, se encontraron 101.938 propiedades.
Del total de lugares censados, Alajuela y San José suman la mitad, pero son los cantones de San Carlos y Pérez Zeledón los que poseen la mayor concentración de terrenos agropecuarios, según el INEC.
El Censo identificó además 38.015 terrenos con producción agropecuaria que no son fincas, sino con un uso mixto de vivienda y cultivo de autoconsumo.
Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara Nacional Agricultura y Agroindustria, estimó que la baja en fincas en estas tres décadas pudo responder a la creación de parques nacionales o reservas forestales.
Herramienta. En mayo, el INEC presentará los resultados generales del Censo que mostrarán con más exactitud la evolución de la extensión de terreno cultivado y los lugares donde se concentra la producción costarricense.
“La información obtenida en el campo nos permitirá determinar, por ejemplo, en dónde y en cuáles cantones del país se concentra la siembra de arroz y así con el resto de cultivos”, manifestó Didier Hernández, coordinador del Censo Agropecuario.
Para Luis Felipe Arauz, ministro de Agricultura y Ganadería, el trabajo del INEC será fundamental para orientar los programas impulsados desde el Gobierno, de fomento de la agricultura y la actividad pecuaria.
“Los datos nos permitirán establecer correlaciones entre el agro y la pobreza. De esta forma podremos focalizar mejor los programas de asistencia pública”, resaltó el ministro.
