San José.
La cosecha nacional de café del periodo 2016-2017 cerró con una caída del 15% respecto al periodo precedente, superior al 6,4% que se pronosticó en octubre del año pasado, de acuerdo con los datos aportados por el sector.
Las cifras del Instituto del Café de Costa Rica indican que la producción 2016-2017 finalizó en 1,89 millones de fanegas en fruta (corresponden a igual cantidad de sacos de 46 kilos o quintales de grano beneficiado), contra los 2,23 millones de fanegas del año cafetalero 2015-2016.
Rónald Peters, director ejecutivo del Icafé, explicó que en algunas zonas se trató del comportamiento cíclico bianual de la producción, es decir, un año sube y otro baja, lo cual se considera normal por el comportamiento de las plantas. Así sucedió, dijo, en la zona de Los Santos, donde la cosecha 2016-2017 fue de igual volumen a la del año productivo 2014-2015, es decir a la de dos años atrás.
No sucedió lo mismo en otras zonas, particularmente las de maduración temprana, como Turrialba, Pérez Zeledón y Coto Brus, donde la etapa de mayor recolección coincidió con los días previos y el momento de paso del huracán Otto, lo cual afectó a las plantaciones con café maduro y a la recolección, bajando el volumen total.
El sector cafetalero cree que, además, hay un efecto más allá del comportamiento bianual y se trata de la vejez de las plantaciones y su consecuente menor productividad.
Xinia Chaves, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Exportadores de Café y productora del grano, consideró que el sector debe mantener un esfuerzo para mejorar la productividad.
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El Icafé ofrecerá en los próximos meses variedades de café que en los ensayos lograron promedios de producción arriba de 60 fanegas por hectárea (80% por encima del promedio de las mejores fincas), pero que en casos excepcionales llegaron a incluso 80 fanegas por hectárea. (Albert Marín)
En ese sentido, Peters reconoció que hace 15 años el promedio nacional de productividad era de 30 fanegas por hectárea y que ahora está entre 23 y 24 fanegas por hectárea. En las fincas de mejores rendimientos se llega a un nivel de entre 30 y 40 fanegas por hectárea.
Apoyo. Peters adelantó que por medio del ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Luis Felipe Arauz, se pesentará ante la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para la creación del Fondo Nacional de Sostenimiento de la Actividad Cafetalera (Fonascafé).
La meta es que ese fondo avale con garantías los créditos de todo el sistema financiero para renovación de plantaciones, de tal manera que el productor no tenga que poner la finca a responder. Un programa de renovación de cafetales fracasó porque los productores debían poner la tierra como garantía y temían perder las propiedades.
Ese fondo se financiará con las recuperaciones de créditos que ya se están dando del Fideicomiso Cafetalero, creado en junio del 2013 mediante una ley para ayudar a productores que cosechan menos de 100 quintales o sacos de 46 kilos por período y que fueron afectados por el ataque del hongo de la roya en el 2012.
Dicho fideicomiso se financió con ¢20.000 millones procedentes del Presupuesto Nacional. Peters dijo que ya están recuperando algunos de esos recursos, los cuales pasarían al Fonascafé. También se trasladarían algunos fondos que quedan de los destinados inicialmente a auxiliar la tasa de interés de ese fideicomiso, de tal manera que no sobrepasara el 6%.
Además, se propone que el Icafé suministre una parte de sus recursos como capital semilla, especialmente en la primera etapa del Fonascafé, cuando no han recuperado mucho de los ¢20.000 millones prestado al sector.
Peters detalló que ese plan de avales acompañaría la liberación comercial de variedades de café muy promisorias en productividad, resistencia a hongos y calidad que realizará el Icafé en los próximos meses.