
El Ministerio de Salud alerta a la población de personas que están comercializando la inyección de agua de mar con fines terapéuticos. Eso se da en clínicas de San Carlos, Cahuita y a través de un perfil en la red social Facebook.
Este tipo de productos no tienen registro sanitario, por lo que la publicidad, comercialización, uso, consumo y aplicación, incluso de forma intravenosa, no deberían existir y, además, podrían causar daños a la salud.
“Los productos que no cuentan con un registro sanitario vigente y aprobado por el Ministerio de Salud no han sido evaluados para garantizar que cumplan requisitos de seguridad, calidad y eficacia, de manera que no son aptos para su uso, aplicación y consumo y pueden representar un riesgo para la salud de la población”, advierte el comunicado enviado por Salud, la tarde de este 8 de diciembre.
La entidad fue enfática en que no se tiene certeza del verdadero origen de este tipo de productos ni de las condiciones bajo las cuales han sido fabricados, almacenados, transportados y manipulados.
El Ministerio solicita denunciar aquellos establecimientos, empresas o personas que se sospeche estén comercializando o promoviendo este producto o cualquier otro que no cuente con registro sanitario o no cumpla la normativa sanitaria vigente.
Para ello pueden escribir al correo dac.denuncias@misalud.go.cr o comunicarse con el Área Rectora de Salud más cercana.

Advertencia
Como es un producto sin registro sanitario no puede darse fe de que lo que se inyecte sea efectivamente agua de mar. Sin embargo, si así fuera, en otros países ya se ha advertido del peligro de inyectarse agua de mar por razones de salud, ya sea para hacerle frente a una enfermedad o dolencia o para “subir defensas”.
En Ecuador, por ejemplo, estas inyecciones se promocionaron durante 2020 como remedio contra la covid-19. En ese entonces, la Universidad Pontificia del Ecuador envió un comunicado recomendando a la población no realizar esta práctica.
“El agua de mar o suero puede tener contaminación fecal y de otros patógenos, por lo que no es apta para consumo pues requeriría que se utilice medios de desinfección total. El riesgo es mayor que si se administra por vía endovenosa (...) Esto puede causar graves infecciones en las personas”, mencionaba el documento.
En Colombia, el biólogo Hugo Mantilla se pronunció en la misma línea, al explicar que el mar está lleno de vida, y esto incluye muchos microorganismos que pueden llegar a ser patógenos, como las bacterias.
“Cuando usted ingiere o se inyecta agua de mar, corre el riesgo de que esos microorganismos entren a su cuerpo”, advirtió Mancilla.
El científico advirtió de que esta agua sí puede ser tratada y así evitar los microorganismos, pero para eso habría que eliminar el cloruro de sodio, que es uno de los componentes que más se publicitan cuando se habla de los beneficios de la sal marina.
En declaraciones a AFP, el médico e inmunólogo colombiano Juan José Yunis explicó que cuando el agua de mar entra en el cuerpo produce un exceso de sodio en la sangre y pone a trabajar excesivamente a los riñones para eliminar ese exceso. Si se administra de forma intravenosa puede ser más agresivo, porque podría descompensar a la persona, ya que el organismo tendría que sacar agua de los tejidos para bajar el nivel de sal.