La Semana Santa no sería la misma para el catolicismo sin las imágenes que se ven en las procesiones o se quedan en los templos para recordar y conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, el paso del tiempo, el sol que soportan algunas y uno que otro accidente obligan a rescatar a muchas de ellas. La Librería Católica de Moravia tiene un taller dedicado específicamente a esa tarea.
Hazel Sánchez es especialista en la restauración de imágenes que, en su mayoría proceden de parroquias y templos, aunque también vienen algunas de negocios y viviendas.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/NIGQ3H6JNBFBBB4QCRGCMMDDOU.jpg)
La restauradora Hazel Sánchez afirma que los crucifijos son de las principales imágenes que llegan estos días, para que estén listas para el Viernes Santo. (Jose Cordero)
Al taller llegan imágenes de todo tamaño y tipo. Desde crucifijos muy tradicionales para recordar los hechos del Viernes Santo hasta de los santos que acompañan a Jesús Nazareno en las procesiones. Estos últimos tienen la particularidad de que, para ser notados en medio de la multitud, son de grandes dimensiones, lo que obliga a los restauradores a usar escaleras para estar “cara a cara” con la figura que trabajan.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/UAU7SQ73ENEU5JNECNJQ4Q5DSE.jpg)
Algunas imágenes, especialmente las utilizadas en procesiones, tienen tamaños muy similares a los de un humano, incluso más alto. Esto también hace que Hazel Sánchez deba ponerse cara a cara con la imagen que va a trabajar. (Jose Cordero)
Sánchez no trabaja sola, pues no podría dar abasto con la demanda que comienza a acrecentarse semanas previas a la Semana Mayor y que se mantiene en los primeros días santos. Este 3 de abril, por ejemplo, La Nación la encontró laborando con María del Carmen Camacho.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/KV6BNBNOPJGZBBHMEFYFJXRMQI.jpg)
María del Carmen Camacho y Hazel Sánchez hacían frente, este 3 de abril, a la misión de restaurar gran cantidad de imágenes, en el taller de Moravia. (Jose Cordero)
En el taller se realizan desde reconstrucciones mayores hasta retoques de pintura. Estos últimos, por cierto, deben ser llevados a cabo de forma minuciosa, detallada y respetando los colores originales de la imagen.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/UMNVGP5ILRALBP7IKY6XMUFACQ.jpg)
Algunas de las imágenes requieren retoques muy detallados de pintura, para los cuales el restaurador debe ser muy minucioso. (Jose Cordero)
Las imágenes que se trabajan para Semana Santa no solo se relacionan con la crucifixión. El Señor del Triunfo, o el Resucitado también deben estar listos para el domingo, por lo que varias parroquias dejaron sus encargos de imágenes de diferentes tamaños para procesiones, misas y otras celebraciones.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/S6G76W7EYJDWHIDPO5ZYOQSAZM.jpg)
Hazel Sánchez trabaja limpiando y remozando esta imagen del Resucitado, para que esté lista para el próximo domingo, cuando se celebra el triunfo sobre la muerte. (Jose Cordero)
Aunque la labor de esta época es la más intensa del año para las restauradoras de imágenes, en el taller no hay cansancio, pues aquí el arte y la creatividad se combinan con la devoción. Además, ellas saben que muchos fieles apreciarán su trabajo.